Los homenajes, las reflexiones y los recuerdos protagonizan los nuevos murales urbanos de Benimaclet, creados durante la edición 2023 del festival conFusión.
Son una docena de obras, de cuyo mensaje han hablado con Disfruta Benimaclet los autores y autoras que han aceptado la invitación a participar en este reportaje.

Homenaje a la casa del trencadís
Empezamos por la calle Puçol, en el muro del Solar María. Allí encontramos un homenaje a la casa del trencadís, a quien la construyó a principios del siglo XX –José Sanmartín Zarzo– y a todas las personas que han aportado y aportan a Benimaclet “su carácter único e irrepetible”.
Así nos lo cuenta la ilustradora Alicia Nuro, que junto a los diseñadores Zhen y Rizos, el ilustrador Maik Illustrator y el artista PatOne idearon durante muchos meses esta obra protagonizada por el retrato de una mujer cuyo rostro está pintado con spray y el cabello lo forman trozos de azulejos, la técnica del trencadís tan característica de Gaudí.


¿Y cuántos azulejos? “Muchísimos, nos avisaron de un par de contenedores y fuimos a recogerlos. Tuvimos que darles los colores con spray para adecuarlos a los tonos de la casa. Luego hay piezas sueltas de hidráulicos de más de 30 años de antigüedad que nos cedió una amiga vecina del Cabanyal, un momento muy emocionante”, explica.
Este colectivo de artistas, que por primera vez ha participado en el conFusión –“ojalá sea el primero de muchos”, afirma Alicia- reivindica que el trencadís permite reutilizar y reciclar materiales y es una técnica respetuosa con la naturaleza y el entorno: utiliza “piezas rechazadas o defectuosas para crear algo nuevo”.
Una voluntaria homenajeada
Justo al lado encontramos otro homenaje, el que Ricardo Sorlí ha brindado a María Jesús, conocida como “Pecas”, una persona muy vinculada al conFusión y que falleció este año.
“Me lo pidieron el resto de voluntarios” del festival, nos cuenta el artista, quien ha plasmado el rostro de María Jesús y en el fondo ha incluido un par de detalles característicos: un perro (ella tenía uno y además paseaba otros perros) y los atrapa sueños que ella hacía y vendía.


En la firma del mural veréis que no solo figura este artista de Benimaclet que ha participado en anteriores ediciones del conFusión: lo firma también Andreu, de 8 años, quien ayudó a completar este muro en forma de sentido homenaje.
Un mural revisitado
Si ahora giráis la esquina hacia el callejón de Sant Mateu os encontraréis con un tanque en el que ha crecido musgo. Puede que os suene, porque su artista, Sea, ha retomado la idea de un mural que creó en el conFusión de 2019 y que llevaba por lema “Future is nature”.
“Entonces hablaba de que el futuro debía ser la naturaleza: el mundo natural que se come al mundo de las máquinas que hemos creado”, explica a Disfruta Benimaclet Sea. Ahora el mural toma una nueva perspectiva para hablar no ya del futuro sino de volver al origen, a la naturaleza, y se queda con el lema “Nature”.

Ese mural de hace cuatro años fue el que más le gustó crear: “fue el fin de semana que más feliz fui, la gente que vino a verme, la familia, los amigos, la pareja, todo”. Y con la idea de que “uno vuelve a los viejos sitios donde amó la vida”, esta artista ha querido homenajear aquella edición y hablar “del pasado y del presente”.
Avanzando por este callejón, el artista Sucio Pangea ha intervenido sobre un muro que ya existía, y a continuación un habitual del conFusión, el artista uruguayo Cofla, ha creado una de sus improvisaciones, en la que uno de sus característicos personajes sentado sobre un mundo en este momento «avasallado por las guerras y los desplazamientos de gente».
Cofla ha recurrido al blanco, negro y naranja, colores «agresores», para plasmar «la brutalidad del mundo de hoy en día». Y nos confiesa: «No hago pintura para agradar ni para que se vea bonita, sino que sea de la forma más chocante y agredida, como la vida misma».



Romper reglas y pantallas
A su lado vuela una gaviota, creada por Lluna de Plata y con la que ha querido plasmar la moraleja de ‘Juan Salvador Gaviota’, el libro de Richard Bach que narra la historia de una gaviota y su aprendizaje sobre la vida.
“Es esa idea de salir de un canon, romper con las reglas de una comunidad y prepararte para conseguir el objetivo que quieres realizar”, nos explica. El mural también ha querido reflejar que “darse cuenta que el proceso, desde el principio hasta el final, es una forma de libertad”.

Cierra este callejón de Sant Mateu el mural de Creto “Destruir lo que me destruye”. Representa, según nos indica el artista, a una niña que, tras destruir sus dispositivos móviles, puede “dormir en paz”.
Esa acción hace que “se rompa la caja en la que está y la ilumine, simbolizando así que ha despertado espiritualmente”. Esta es la tercera participación de Creto en el conFusión, pues en 2017 pintó en el Solar María y en 2019 lo hizo en el Cabanyal, en la edición conjunta de Benimaclet con ese barrio.
Una abuela cósmica
Retrocedemos sobre nuestros pasos para coger la calle Masquefa en dirección a la avenida Valladolid y encontrarnos con una “Abuela cósmica”, el mural con el que Ciocnadi Bogdan ha querido representar el universo interior y que parte de una reflexión.
“Somos miles de millones de seres en esta diminuta tierra flotando en un universo infinito. Cada uno de ellos lleva en sí un universo, por lo que miles de millones de universos paralelos diferentes pero similares viajan juntos en el camino entre la vida y la muerte”, señala.


Este artista ha venido por segunda vez desde Rumanía para participar en el conFusión de Benimaclet, un barrio que conoció durante unas vacaciones en València y le fascinó por sus calles “llenas de vida y de arte”.
Si bordeamos este muro hacia la calle Francisco Martínez, en el lado que da a la biblioteca municipal está el mural de Patricia Pastor en torno a la naturaleza, donde se puede ver una higuera con varios higos.
Lo cotidiano como extraordinario
Volvemos sobre nuestros pasos hasta encontrar la calle reverendo José María Pinazo, donde en el número 10 la diseñadora gráfica e ilustradora Petunia ha intervenido en dos persianas.



“La idea era plasmar cómo algo tan cotidiano es realmente extraordinario si le prestas atención: pelar una mandarina es una experiencia que tiene muchos detalles, olores, sabores y colores”, explica a Disfruta Benimaclet.
Se trata del primer mural que hace en España esa artista natural de Guatemala, quien ha elegido esta temática al considerar que es un producto típico de València con el que se pueden sentir identificadas todas las personas que viven esta ciudad.
Avanzamos ahora hacia la iglesia de la plaza y nos encontramos en la calle Nuestra Señora de la Asunción con un homenaje a la fotógrafa italiana y activista social en México Tina Modotti. Se trata de mural que creó en 2016 el artista Sig Luigi, quien lo ha restaurado siete años después.
Florecer en el baile
Acabamos nuestro paseo artístico en la calle Utiel, donde Its Mancho, una artista colombiana que lleva ocho años en España, ha creado en su tercera participación en un conFusión el mural más grande de esta edición.


Lleva por título “Bailar y florecer” y está protagonizado por dos chicas de diferentes nacionalidades «bailando, compartiendo y disfrutando el intercambio culturas«, y muestra que el baile «es un hermoso lenguaje para dejar llevar su cuerpo al ritmo de la música, sin importar el idioma que hablen».
«La felicidad las invade y por eso lloran pétalos de alegría, de gozo, mientras sus almas y cuerpos florecen, se enriquecen», nos cuenta Its Mancho, quien confiesa que ha sido un reto hacer en dos días y medio un mural de estas dimensiones con un andamio.

Merabellós, farem la ruta pausadament
Me gustaLe gusta a 1 persona