El año 2024 está a punto de decir adiós, pero llegamos todavía a tiempo de dedicar un artículo a un aniversario muy especial que se ha cumplido este año: el medio siglo de vida de la asociación vecinal de Benimaclet.
La historia de cómo nació esta veterana asociación vecinal ya os la hemos contado (podéis leerla aquí), así que hemos preferido enfocar este reportaje más en el balance de estos 50 años y sobre todo en cómo encara el futuro.

Disfruta Benimaclet se ha pasado por el local de la asociación vecinal, en la Avenida Valladolid 42, y hemos charlado con Paco Guardeño, quien entró en ella en 1982, ha sido su presidente y ejerce como portavoz desde hace tantos años que ni sabe precisarlos, y con Llum Bracho, quien la presidió hace dos décadas y actualmente forma parte de la junta directiva.
Larga vida al movimiento vecinal
No podemos dejar de preguntar si con medio siglo a sus espaldas la asociación vecinal de Benimaclet goza de buena salud y tiene por delante todavía una larga vida. “Yo creo que sí. Si el movimiento vecinal ha cumplido 50 años, es por algún motivo”, reivindica Paco, quien destaca que hay otros movimientos que han surgido, han hecho un trabajo maravilloso y luego han desaparecido.
En el caso de esta entidad, más allá de los altibajos que ha podido tener en esta décadas, Paco apunta una posible clave de su mantenimiento: “Siempre surge un tema en el que una serie de vecinas y vecinos se sienten implicados en sacarlo para adelante”. Sea pedir un semáforo, el final del trenet, un centro de salud, un nuevo colegio o un instituto.
“Se llamará movimiento vecinal o se llamará como sea, pero seguro que habrá grupos de barrio y de pueblo” que impulsen mejoras en sus entornos, afirma el portavoz de la asociación, quien hace un balance positivo de este medio siglo por todo lo que se ha conseguido para Benimaclet y por el tejido social que se ha conseguido armar en el barrio.
Diversidad y consenso
Llum reivindica la diversidad que se puede encontrar en las personas que trabajan en la asociación vecinal, en la que hay gente que tiene estudios y gente que no los tiene, hombres y mujeres, jóvenes y personas más mayores.

Cada uno de ellos está en una fase vital y tiene unas necesidades y unas preocupaciones, por lo que es interesante ponerse todos de acuerdo y llegar a consensos que, en definitiva, es “la vida en sociedad”, reivindica.
En su opinión, una de las características de los 432 integrantes de la entidad vecinal (con casi el mismo número de hombres que de mujeres, aunque estas ganan por dos), es que es gente “comprometida con la sociedad, solidaria, que quiere ayudar” al resto y que se implica.
Paco destaca que el papel de las mujeres siempre ha sido más importante que el de los hombres en esta asociación y en el movimiento vecinal en general, algo que Llum atribuye a que posiblemente las mujeres suelen implicarse en las cuestiones que tienen que ver “con la familia, con el cuidado de las personas, con los niños, con las escuelas o con el médico”, por las que ha luchado la entidad.
La huella de la dana
Los compases finales de este año de aniversario han coincidido con las riadas por la dana del pasado 29 de octubre en varios municipios de la provincia de Valencia, que ha dejado miles de damnificados y en cuya ayuda se ha volcado la asociación, que ha recogido alimentos y productos de primera necesidad y ha organizado a los voluntarios.
“Vino muchísima gente a la asociación de vecinos”, mucha gente joven incluso de otros barrios y hasta estudiantes Erasmus “con ganas de hacer cosas, lo que fue una alegría muy grande”, destaca Llum.

De hecho, explica Paco, tienen un listado de cien personas que se apuntaron para ayudar como voluntarios, un flujo de personas que les gustaría que no se perdiera “por el camino”, pues “tienen ganas de hacer algo” y a quienes asegura que «pueden pintar mucho”.
“Estaría bien que se implicaran en más cosas del barrio a partir de esta ilusión que les ha entrado”, afirma Llum, quien ve con optimismo esta respuesta de la juventud y tiene la esperanza de que se animen a luchar por mejoras para Benimaclet, pues “en definitiva el barrio es para ellos, son el futuro”.
Por qué estar en la asociación
Cuando se les pregunta cómo animarían a alguien a formar parte de la asociación, Paco afirma que es poco proselitista, aunque tiene claro por qué está en esta entidad: “Porque vivo con la gente, vivo en un barrio”. Y la forma de conseguir mejoras es “integrarse en la vida social del barrio y colaborar con otros”.
“Apúntate donde quieras: en un grupo del CIM, en la colla Excursionista, en el Sporting Benimaclet … pero por encima de todo eso está la asociación vecinal, que es la que aglutina a todos esos grupos” y les da apoyo cuando lo necesitan, destaca.

Porque además de los 432 socios que pagan una cuota simbólica anual, en Benimaclet hay un amplio tejido social que colabora con la asociación vecinal cuando hace falta y para desarrollar cuestiones concretas, como por ejemplo la Plataforma del Centenari Estellés de Benimaclet, que durante 2024 ha organizado actividades para reivindicar al poeta.
La vivienda y la soledad no deseada
Si la asociación vecinal de Benimaclet nació en 1974 para exigir un semáforo en la calle Emilio Baró y en estas cinco décadas ha logrado espacios y equipamientos para el barrio, la pregunta ahora es en qué temas están centrados en estos momentos.
Al margen del PAI todavía pendiente de desarrollar, Paco destaca dos cuestiones: el problema del acceso a la vivienda, que se ha convertido en algo casi imposible para una parte importante de la población en las grandes ciudades, y el de la soledad no deseada, una cuestión que “no se ve” pero afecta a muchas personas y hay que buscarle solución.
Llum explica que últimamente están llevando a cabo actividades relacionadas con la salud mental, a la que muchas veces no se da la importancia que requiere, al tiempo que reivindica el papel de la asociación en la vertiente cultural del barrio.
Antes de finalizar la entrevista, ambos reivindican que las asociaciones vecinales son espacios para proponer -recuerdan el lema ‘de la protesta a la propuesta’-, abiertos al diálogo, a la negociación y al consenso para conseguir mejoras para Benimaclet. ¡Felices 50 años y por muchos años más!
Os dejamos aquí un extracto en vídeo de la charla con Paco y Llum:

sí al Pai, y no al Estercolero mugriento que se ha convertido el pueblo, y por gentuza que no es del pueblo. SI AL PAI » YA «.
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