Enriqueta Hueso es una artista afincada en Benimaclet cuyas obras se pueden ver en lugares como Nueva York, Pekín, París, Tokio o Berlín, y que ha traído hasta su galería del barrio, O+O (Oriente+Occidente), a importantes artistas internacionales.
Acaba de formar parte de una exposición que ha mostrado en una pantalla del neoyorkino Times Square obras de varios artistas españoles. Es solo un jalón más de una larga carrera en la que, además de organizar y participar en cientos de exposiciones, se ha atrevido también con el diseño de portadas de libros o los cortometrajes.
“He tenido una vida muy intensa”, explica a Disfruta Benimaclet Enriqueta Hueso (Benimàmet, 1948). No ha dudado en abrirnos la puerta de su casa y hablarnos de su historia vital, de su carrera profesional y de la aventura que supuso abrir en 2007 una galería de arte en Benimaclet, el barrio en el que se instaló en los años 70.
La galería O+O
Enriqueta llegó a pensar en abrir su espacio cultural en el centro de València, donde están todas las galerías de arte, pero se decantó por Benimaclet porque pensaba que el barrio “se merecía tener una galería”, y además la suya iba más allá de ser un proyecto “comercial”.
Porque tras muchos años de experiencia en la gestión cultural, para Enriqueta era importante “educar a la gente en el barrio”: acercarles exposiciones que en ocasiones han sido “muy difíciles, muy de concepto, pero muy buenas”, e impartir allí cursos de pintura.
A las inauguraciones de las exposiciones de la galería, ubicada en la calle Francisco Martínez y cuyo nombre responde a la intención de abrir un diálogo entre las culturas plásticas de Oriente y Occidente, han llegado a asistir 250 personas, muchas veces venidas del extranjero.
Embajadores chinos en Benimaclet
“He hecho exposiciones muy buenas y he traído a Benimaclet a gente muy importante, como embajadores de Taiwán y de Perú”, rememora esta galerista, que también ha dado a conocer el barrio a artistas italianos, franceses, americanos o chinos.
De hecho, Enriqueta fue pionera en sacar a artistas españoles a países como China, Japón o India, y en traer a España a artistas extranjeros. Uno de sus hitos fue la exposición en Benimaclet de 35 orientales del grupo Tsai Mo (China), que pusieron el nombre del barrio en el mapa internacional del arte.
Destaca que ya en 2007 empezó a salir a países como Shanghai, Pekín o Taiwán con las obras de sus artistas, y aprovechaba para exponer las suyas propias. “Les he hecho un currículum muy bueno a muchos artistas”, asegura Enriqueta, quien los considera como parte de su familia y mantiene el contacto con ellos aunque hayan pasado años de una exposición.
Obras por el mundo
Pese a la sencillez y cercanía en el trato, nuestra vecina de Benimaclet es una artista cuyas obras se pueden ver por todo el mundo: desde embajadas a fundaciones y colecciones particulares de Shanghái, Pekín, Tokio, Nueva York, París, Berlín o Alemania, a museos de Brasil, México, Italia y Miami, en los que tiene obra permanente.
En los últimos tiempos se ha centrado en la pintura matérica, y desde hace once años se dedica al collage a partir de obras del japonés Kenryo Hara -uno de los artistas que ha expuesto varias veces en Benimaclet-, quien se las envía desde Tokio y sobre las que recorta, pega e incrusta materiales.
Su última participación en una exposición ha sido este mes de febrero en Nueva York. Organizada por su galería y por la madrileña Santana Art Gallery, ‘Art of Spain in New York’ ha mostrado durante 24 horas en una pantalla de 158 metros cuadrados de Times Square obras de doce artistas, junto a un código QR para saber más de ellos.
Entre esos artistas hay cuatro valencianos -Enriqueta Hueso, Pilar Palomares, Luis González y Pilar Martínez-, además de Kenryo Hara, Edu Larrasa, Celeste Garrido, Nel Piñeiro, Xulio Lago, Faba Fouret, Nacho Gili y María de Andrés, todos de la galería de Enriqueta.
“Ha tenido una repercusión increíble”, destaca la galerista, quien señala que a una exposición física “va quien va”, pero las exposiciones virtuales tienen una repercusión mundial. Además, el próximo 21 de febrero Enriqueta volverá a exponer en Nueva York, junto con Pilar Palomares y otros artistas, esta vez en el Theater For The New City.
Pintar desde pequeña
A Enriqueta el arte le llamó la atención desde bien pronto. Quizá influyó en ello el hecho de tener un tío pintor muy famoso que tenía cuadros en El Prado. Pasar de la alquería de Benimàmet en la que nació a la de su tío, donde había su estudio lleno de pinturas, escayolas o esculturas, era para ella acceder a un mundo maravilloso.
“Yo pintaba desde pequeña, hacía retratos y a los Reyes Magos siempre le pedía pinturas”, explica la artista. Estudió primero Enfermería, una profesión que le ha encantado y que ha ejercido durante cuarenta años en paralelo a su trayectoria artística.
De hecho, estudió Bellas Artes cuando sus hijos eran pequeños, cambiando turnos en el Hospital Clínico, donde trabajaba como enfermera, para poder ir a clase y durmiendo muy pocas horas.
Ganas de cultura en Benimaclet
Enriqueta reivindica que Benimaclet es un barrio “con muchas ganas de cultura y con mucho movimiento”, con iniciativas artísticas como el festival conFusión que se hace cada año.
Destaca también la labor de la asociación vecinal, con sus luchas desde hace medio siglo para conseguir mejoras en el barrio, a la que agradece que al poco tiempo de abrir la galería le dieran un premio en reconocimiento a su contribución a potenciar la cultura en el barrio.
No se olvida del respaldo de personas como el exdirector del MuVim Román de la Calle -quien hizo la presentación de la galería en la inauguración-, o de la crítica de arte Amparo Zacarés, que ha participado en presentaciones y escribió una ponencia sobre el componente social de esta galería ubicada en la periferia de la ciudad.
Admite que “ha costado” sacar adelante su espacio cultural, entre otras cosas porque se ha mantenido independiente de la política, y lo ha hecho trabajando todo lo que ha hecho falta. “Pero bueno, pienso que la gente ha valorado bastante mi trabajo. Y aún sigo”, asegura con una sonrisa.
Disfruta Benimaclet 