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Las fiestas patronales de Benimaclet toman la calle tras la pandemia

Benimaclet ha vuelto a vivir en 2022 sus fiestas patronales en todo su esplendor. Tras la cancelación en 2020 por la pandemia de coronavirus y después una edición atípica en 2021 porque todavía había restricciones a las aglomeraciones de personas, este año han regresado de nuevo a las calles del barrio.

Durante la segunda y tercera semana de septiembre, cabalgatas, conciertos, actividades infantiles, mercadillo medieval o procesiones han tomado de nuevo la calle en la edición más esperada de estas fiestas que tienen más de 400 años de historia.

La plaza de Benimaclet en un acto de las fiestas patronales
La plaza de Benimaclet durante las fiestas de 2022. ©DsftBenimaclet

Como sabéis, Benimaclet rinde tributo al pueblo agrícola que fue en el pasado con unas fiestas dedicadas a  Abdón y Senén (conocidos como los ‘santos de la piedra’, porque se creía que protegían las cosechas del pedrisco de las tormentas de verano) y al Cristo de la providencia, a las que preceden la primera semana de septiembre las fiestas de la Virgen de la Asunción, que no se celebran en agosto porque es un mes en que Benimaclet se vacía de gente.

Cinco clavarías

De las cinco clavarías que conforman la cofradía de las fiestas patronales -y que se turnan cada año para organizarlas- este año ha sido el turno de Gent de Benimaclet, un grupo cuya matriz surgió en 1985, aunque se configuró como asociación cultural en 2006, según explica a Disfruta Benimaclet su presidente, Pepe Genovés.

Un total de 48 personas (32 adultos y 16 niños que son hijos o nietos de los primeros) conforman esta clavaría, que entre otras cosas fue la precursora de traer el mercadillo medieval a las calles del centro de histórico de Benimaclet, una cita que ya se ha consolidado y que cada año tiene una gran respuesta de público.

«Son unas fiestas que se hacen plenamente en la calle: espectáculos,  concursos culturales, actividades infantiles, para mayores y verbena para los más jóvenes, sin olvidar el sentido espiritual, con las procesiones«, señala Genovés.

Explica que la anterior vez que las organizaron fue en 2016 y lamenta las trabas burocráticas y la complejidad de los trámites que tiene ahora para lograr las autorizaciones que requieren muchos de estos eventos.

Las fiestas de 2022

Las fiestas patronales de 2022 arrancaron con su tradicional pregón, al que siguió el cuarto concurso de pintura rápida por las calles de Benimaclet y posteriormente la denominada «Passà del sants». Se trata de una romería protagonizada por los ‘santos de la piedra’ que en 2020 se canceló y que en 2021 se limitó a un traslado rápido en tractor para evitar aglomeraciones.

Esta vez, las figuras de los santos que llevan espigas de arroz y un racimo de uvas en las manos han estado acompañadas por el vecindario en su traslado desde la iglesia -junto al sonido de la dolçaina y el tabalet y de bengalas que iluminaban el camino por la huerta- hasta la emita de Vera, donde al llegar se repartió horchata y fartons y hubo una cena ‘a la fresca’.

En su regreso al día siguiente a la iglesia de la plaza -previo paso por la Universitat Politècnica de València y por el cementerio de Benimaclet-, las fallas del barrio ofrecieron danzas populares.

Procesión de los Santos de la piedra en Benimaclet
Salida de la procesión de los Santos de la piedra. ©DsftBenimaclet

Las calderas

Otra de las costumbres que se ha retomado, en este caso después de dos años de ausencia, han sido las calderas de ‘arròs amb fesols i naps’, que se cocinan con leña de naranjo en plena calle la víspera del día grande de las fiestas.

Un total de 15 ollas se instalaron en una de las calles peatonales adyacentes a la plaza para cocinar 3.000 raciones de este plato típico. Cada olla lleva 20 kilos de carne, 10 kilos de verdura (cardo, nabo, patatas y alubias), 2 kilos de tocino, 5 kilos de morcilla y entre 6 y 7 kilos de arroz, de las que salen 200 raciones.

Al frente de ellas está Pepe Ferrer, quien explica a Disfruta Benimaclet que lleva tres décadas cocinando en las fiestas de los pueblos este plato que aprendió en su localidad natal, Almàssera, de la mano de quien fue jefe de cocina de Porcelanas Lladró, Pepe Sanchis.

«Benimaclet fue de los primeros pueblos a los que vinimos después de empezar en Almássera, hará unos 30 años«, señala Pepe, quien indica entre risas que cuando empezó «era joven» y ahora lleva siete años jubilado.

«Las primeras veces había coches aparcados aquí, porque esta calle no era peatonal, ni tampoco había tantos bares como ahora; y en la plaza se montaba el mercado viejo«,  rememora Pepe. Y explica que en Fallas también cocinan para algunas comisiones falleras del barrio, pero suele ser una sola olla.

Calderas al fuego para las fiestas patronales de Benimaclet
Las calderas de Benimaclet, vigiladas por Pepe Ferrer. ©DsftBenimaclet

¿Y cuál es el secreto para conseguir un buen plato? Pepe lo tiene claro: madrugar (a las 7’30 horas ya han tomado posesión de la calle, aunque no encienden el fuego hasta las 9), la limpieza y tener un carnicero que prepare bien la carne. A partir de ahí, una cocción de cuatro horas, al final de las cuales se añade el arroz de hace de forma escalonada -de tres en tres ollas-, para que todos lo coman en su punto.

Hasta ahora, el reparto de estas raciones era gratuito para todo el que se acercara, pero esta vez se ha querido tener una deferencia con las personas que durante todo el año colaboran con la fiesta comprando la lotería que sirve en gran parte para sufragar unos festejos que no reciben ninguna subvención municipal.

De esta forma, para los colaboradores de la fiesta la entrega ha sido gratuita, mientras que se han vendido tiques al competitivo precio de 3 euros por dos raciones, prácticamente al precio de coste.

Bailes regionales en las fiestas de Benimaclet
Danzas de las comisiones falleras en las fiestas. ©DsftBenimaclet

El broche a estas fiestas de la postpandemia -en las que ha habido conciertos a cargo de la Big Band y del CIM, un espectáculo a cargo del grupo Sis Veus, partidas de pilota en la calle, teatro para mayores, una verbena y cuatro días de mercadillo medieval, entre otros actos- lo han puesto las procesiones  en honor a los santos de la piedra y al Cristo. Ni la aparición de la lluvia este domingo por la mañana empañó el día grande.

El final de la fiestas lo marcan este lunes una visita al Cottolengo, donde al son del Taller de Música Jove se entregarán las ofrendas de productos de la huerta ofrecidas a los patronos de Benimaclet, y una misa en sufragio de los cofrades difuntos.

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