Impromaclet: teatro de improvisación en Benimaclet

Si unimos dos palabras, improvisación y Benimaclet, el resultado no puede ser otro que Impromaclet, un grupo dedicado al teatro de improvisación al que podéis ver en plena acción una vez al mes en el barrio en Escuela Meme.

Se trata de un espectáculo en el que el público participa nada más entrar en la sala escribiendo en un papel una palabra o una frase que deposita en un perol. Cuando los integrantes de Impromaclet empiezan a sacar los papeles, nadie sabe lo que va a pasar. Aunque lo más seguro es que durante la hora y media siguiente la gente aparque sus problemas y los diluya en risas y buen humor.

Un espectáculo diferente cada vez

“Realmente es un espectáculo que se crea con las propuestas del público, y al ser improvisado puedes venir todas las veces que quieras a verlo, porque cada vez va a ser diferente”, explican a Disfruta Benimaclet los seis componentes de Impromaclet tras acabar su última actuación.

Impromaclet lo forman Santi, Patri, Xavi, Netele, Pau y Sergio, quienes se conocieron en unas clases de improvisación que impartía Guerrilla Impro en Benimaclet. Cuando actuaron en el fin de curso para enseñar lo que habían aprendido, les gustó tanto la experiencia que decidieron unirse para crear sus propios espectáculos.

Desde entonces han pasado dos años, en los que han actuado en locales de Benimaclet, como FusionArt, El Musical o Caminito, pero también en otros barrios y en localidades fuera de València. “Hemos llegado hasta Elche”, bromean.

Cada uno tiene su trabajo -desde un psicólogo a profesores, pasando por un cartero, por ejemplo- y su lugar de origen -dos de ellos son de Benimaclet-, pero una vez a la semana se unen para “entrenar” (este tipo de teatro no se ensaya, precisan).

Y una vez al mes ofrecen un espectáculo al mes en Escuela Meme (el próximo será el 1 de marzo) y otro en Ca Revolta, en el barrio de El Carmen (el 22 de febrero el siguiente), al margen de los que les van saliendo.

La vida es improvisación

Reivindican que la improvisación es algo “muy divertido, liberador e incluso terapéutico”, y además “engancha”. Tienen muy presentes las palabras de su profesor en la primera clase, donde les explicó que “la vida es improvisación”. Y coinciden en que en la vida no se puede programar todo, sino que siempre te pasan cosas, buenas o malas, ante las que tienes que reaccionar, y rápido muchas veces.

Para Impromaclet, la conexión con el público es muy importante, e incluso acuñan una palabra para referirse a las personas que acuden a ver sus espectáculos: “no son espectadores, son espectactores”, porque participan en él.

“Realmente no es un espectáculo en el que te sientas en el sillón y lo ves, sino que estás atento a ver si sale tu papel, o a ver qué puedes aportar: ¿que piden una palabra? La pongo yo”, explican.

Admiten que se crea una especie de “empatía” entre los que están subidos a las tablas y el público, que no es pasivo, sino que está pendiente todo el espectáculo a ver cómo resuelven y consiguen sacar adelante situaciones inverosímiles, como cuando cogen del perol varios papeles que no tienen en apariencia ninguna relación entre sí.

Reconocen que también hay quienes disfrutan cuando por ejemplo les cuesta encontrar palabras que no tengan la letra que se ha establecido como innombrable, desde un planteamiento que es algo así como “sé que lo que haces es difícil, pero he venido a pasármelo bien”.

Desconectar de todo

“De la misma forma que nosotros, para poder improvisar, necesitamos desconectar de todo, concentrarnos y meternos en la historia, también conseguimos que al público le pase eso y estén con nosotros pasándolo bien”, señalan.

Los seis integrantes de Impromaclet entrenan estructuras, estilos, ejercicios mentales y, sobre todo, la comunicación entre ellos para poder construir un espectáculo “que luzca bien al final” y en el que se pueden “lanzar sin red” porque saben que el resto de compañeros les van a recoger. También procuran formarse y reciclarse, acudiendo a cursos de clown, de técnica vocal o de improvisación.

3,2,1 Impro

Si queréis ver un teatro diferente sin salir del barrio, y además a precios populares, Impromaclet os espera el próximo 1 de marzo a las 20,30 horas en Escuela Meme. En cuanto se apaguen las luces y el público diga “3,2,1 … Impro”, mandan la imaginación y la improvisación.

(Por cierto, un consejo: cuando escribáis vuestra palabra, no hace falta que sea ‘mar’ … salió unas cuantas veces en el último espectáculo. Pensad mejor cómo ponérselo un poquito difícil a estos chicos … seguro que lo resuelven con nota).