Hay un personaje que forma parte del imaginario de Benimaclet desde hace tres décadas, y en torno al cual se configura el ya tradicional carnaval del barrio. Se trata del Moro Maclet, protagonista indiscutible de un carnaval en el que cada año se proclama la independencia de un barrio que quiere volver a ser pueblo.
Un personaje inventado
Aunque alguien pueda pensar que el Moro Maclet existió y que fue algo así como el fundador de Benimaclet, en realidad es un personaje imaginario inventado por la Assemblea de Veïns de Benimaclet.
Es una asociación cultural creada a finales de los años 80, que en 1989 decidió impulsar en Benimaclet un carnaval “no a lo Río de Janeiro”, sino relacionado con las tradiciones y costumbres valencianas.
Así lo explica a Disfruta Benimaclet la portavoz de la Assemblea de Veïns, Carme Belenguer, quien rememora que el Moro Maclet nació de manera artesanal de las manos de los asistentes a la Escuela de Adultos de la asociación. Y para ponerle nombre se recurrió a la etimología de Benimaclet, que viene a significar “hijos de Maclet”.
Tres décadas de carnaval
Este primer gegant se estrenó en las calles de Benimaclet en 1989, acompañado por la también recién nacida en el seno de la Assemblea Colla de Dimonis. Desde entonces ha protagonizado treinta ediciones de una cita carnavalera que cada año acaba con la proclamación de Benimaclet como “califat independent”.
Se trata de un guiño a la Radio Califat que existió en el barrio en los años 70 y 80, pero también de una reivindicación de que Benimaclet quiere volver a ser pueblo, y no un barrio absorbido por la ciudad de València.
“Es una fiesta para el barrio, para que la gente lo pase bien, para reivindicar cuestiones como una Casa de la Cultura y para aportar a través de la cultura y de nuestra forma de ser”, destaca Carme, quien precisa que este año 2018 han celebrado la ‘XXX Arribada del Moro Maclet‘”’.
Maclet, Tirant y Cleta
Pero el Moro Maclet no es el único gegant de Benimaclet. A principios de los años 90 se le unió Tirant, nacido en el año dedicado al célebre protagonista de la novela caballeresca de Joanot Martorell. Y en 2013 se sumó Cleta, creada por la asociación Benimaclet Viu.
La geganta Cleta representa a la naturaleza y su nombre fue elegido por concurso (de hecho, lleva unas cintas de colores con los nombres de los niños y niñas que lo propusieron). Tiene su propia danza, compuesta por la colla de tabal i dolçaina Estrela Roja, que suena cada vez que la acompañan.
Las tres imponentes figuras, que duermen en la sede de la Assemblea (a la que se conoce también como ‘la casa dels gegants’), salen cada Carnaval desde la calle Masquefa para recorrer las calles de Benimaclet.
La casa dels gegants
Les preceden los cohetes de la Colla de Dimonis y van acompañados por la música de tabaleters i dolçainers (como los de Estrela Roja, que nació de la mano la Assemblea hace casi tres décadas) y las collas de la Muixeranga de València, que también empezó a dar sus primeros pasos en esta sede.
Cuando acaba la fiesta, los gegants, que al principio tenían una estructura interna de madera y ahora son de aluminio para pesar menos, vuelven a dormir a su casa. Allí se les asea de nuevo, se lavan sus ropas, se recolocan los carteles que reclaman una de la Casa Cultura -que se mojaron por la lluvia que cayó en el pasacalles de este año- y se les deja preparados para su próxima salida.
El Carnaval de Benimaclet, que cada año se dedica a una temática -esta edición ha sido Irlanda, por lo que la música de las gaitas sonó también en el desfile- se ha ido adaptando a los tiempos, y por ejemplo ya no incluye un concierto nocturno.
Festimaclet al solet
Y hace dos años nació Festimaclet, una iniciativa impulsada por la asociación Joves de Benimaclet, que pretendía ofrecer una alternativa nocturna al Carnaval del barrio con conciertos por la noche. El problema es que salió “demasiado bien, porque vino mucha gente y se desbordó un poco”, explica a Disfruta Benimaclet Marina Bolea, integrante de esta asociación que pretende dinamizar el barrio.
Así que este año han optado por cambiar de propuesta y han reconvertido en el Festimaclet al Solet: una iniciativa en la que han implicado a distintos colectivos del barrio para ofrecer talleres gratuitos en la plaza de Benimaclet durante la mañana del día de la Arribada del Moro Maclet.
“Se trata de una propuesta cultural en la que hemos querido ser punto de unión y de puesta en común de lo que se hace en Benimaclet”, explica Marina. Señala que la temática de este año ha sido ‘Benimaclet poble de pobles‘, porque aquí “conviven muchas culturas, muchos estilos, y lo queríamos hacer visible”.
La plaza de Benimaclet se reconvirtió de esta manera en un lugar donde cantar, bailar, jugar y crear, gracias a los talleres y la participación de colectivos como Femme Sororitat, A contracorrent, los grupos Scout Xaloc y Osyris, el Centro Instructivo Musical (CIM), la Asociación de Vecinos del barrio o la Jove Muixeranga de València, que tiene su sede en Benimaclet.
Tampoco faltó la presencia de los tres gegants de Benimaclet, preparados ya para su desfile de esa tarde, ni la música de la Batucada Embolic del CIM de Benimaclet o los acordes de un taller de danza africana. Todo ello para reivindicar las tradiciones genuinas de un barrio donde personajes como el Moro Maclet forman parte ya de su acervo popular.
Disfruta Benimaclet 