ARTE, SOCIEDAD

Benimaclet muestra la lucha contra el hambre a través del arte

Puede ser el arte una herramienta para transformar el mundo? En la organización humanitaria Acción contra el Hambre entienden que sí, y por ello han puesto en marcha dos proyectos que se han podido ver en Benimaclet en las últimas semanas.

Se trata de la exposición “100 ejemplos de resiliencia”, compuesta por unas preciosas ilustraciones que se han exhibido en la cafetería librería Chico Ostra de Benimaclet, que junto a Benicàssim (Castellón) son los dos únicos lugares de la Comunitat Valenciana donde se ha podido ver hasta ahora.

A ello se suma el proyecto artístico “Generación No Hunger”, que también se ha presentado aquí y que busca implicar a los valencianos a movilizarse contra la injusticia del hambre desde la creación artística. Disfruta Benimaclet ha estado con sus protagonistas, y aquí os lo contamos todo.

Exposición contra el hambre en Benimaclet
Exposición «100 ejemplos de resiliencia» en Benimaclet. Foto de @iah78 para ©DsftBenimaclet

Resiliencia y hambre

Empecemos por la exposición. Seguro que muchos habéis oído hablar de la resiliencia, ese término que hace referencia a la capacidad de superar reveses y adversidades, de reconvertir una crisis en una oportunidad. ¿Pero sabíais que se está aplicando ese concepto en la acción humanitaria como una forma eficaz para reducir el hambre?

Acción contra el Hambre ha querido acercar a la sociedad española el valor de la resiliencia en la lucha contra el hambre, y por ello promovió una campaña en internet y las redes sociales para que los ciudadanos contaran sus historias de superación.

De los más de 400 ejemplos recibidos, seleccionaron los cien mejores, que junto a historias cotidianas de personas que luchan por conseguir agua segura o huir de la guerra fueron ilustrados por alumnos de la escuela de dibujo ESDIP y dibujantes voluntarios.

El resultado de esta creación colectiva se ha reflejado en un libro electrónico que se puede descargar gratuitamente (en 100ejemplosderesiliencia.org) y una exposición con una selección de las ilustraciones que está recorriendo varios puntos de España.

“La exposición va en la línea de la labor de sensibilización de esta organización humanitaria sobre el problema del hambre y la capacidad de resiliencia ante situaciones críticas”, explica a Disfruta Benimaclet Sandra Larraz, técnica de sensibilización de Acción contra el Hambre.

Exposición en Benimaclet contra el hambre
Parte de la exposición mostrada en la cafetería Chico Ostra de Benimaclet. @DsftBenimaclet

En la campaña participó público en general y también personajes famosos, como los periodistas Mamen Mendizábal, José Antonio Ponseti o Mikel Iturriaga, quienes han desvelado qué es para ellos la resiliencia.

Ejemplos de resiliencia

Porque, para los participantes, resiliencia es irte de vivir  12.000 kilómetros por trabajo y, pese a los obstáculos, aprender al máximo. Es lo que demuestran los niños de Siria afrontando el quinto año de guerra en su país. Es aprender a ser madre sin libro de instrucciones.

Es aprender de la adversidad para crecer como ser humano. Y es también lo que llevó a una persona a inventar la fideuà tras querer hacer una paella y ver que no tenía arroz, según Mikel Iturriaga, de El Comidista.

Una veintena de los cien ejemplos ilustrados en esta campaña se han podido ver en Benimaclet, en una exposición que explica el valor de la resiliencia centrándose en uno de los epicentros del hambre: la región del Sahel, en África, donde más de 32 millones de personas están expuestas al hambre y a crisis cíclicas debido al cambio climático.

Y la respuesta a esa emergencia humanitaria puede pasar por mejorar la resiliencia, gracias a la cual las personas dejan de ser sujetos pasivos de la ayuda y se convierten en agentes activos de su desarrollo. Y además, según el Banco Mundial, cada euro invertido en resiliencia supone un ahorro de siete euros en respuesta de emergencia.

Cristina Vázquez (izq), Carlos Urquijo y Sandra Larraz (dcha) frente a la exposición contra el hambre.
Cristina Vázquez (izq), Carlos Urquijo y Sandra Larraz (dcha).  @iah78 para ©DsftBenimaclet

Generación ‘No Hunger’

El segundo proyecto artístico presentado en Benimaclet se denomina “Generación No Hunger”, y según explica Sandra tiene el mismo “hilo conductor” que la exposición: llamar la atención a través del arte sobre el problema del hambre, e implicar a la primera generación capaz de acabar con el hambre en la movilización y en la denuncia de esta situación.

Para ello, se busca a jóvenes valencianos de entre 16 y 35 años que reflexionen sobre el hecho de que en la actualidad hay 815 millones de personas en el mundo (el 11 por ciento de la población) que pasa hambre, a pesar de que hay alimentos para todos. Y hagan oír su voz a través de cualquier disciplina artística, como la fotografía, el vídeo, el cómic, la danza o el teatro.

Dos de esos jóvenes valencianos que ya se han implicado son Carlos Urquijo y Cristina Vázquez, dos estudiantes de Comunicación Audiovisual de la Universitat de València que junto a otros dos compañeros han creado un vídeo de un minuto de duración con el que han querido reflejar el problema del hambre en el primer mundo.

Resiliencia es aprender a ser madre sin libro de instrucciones, o lo que llevó a inventar la fideuà a una persona que iba a hacer paella y no tenía arroz

Según explican a Disfruta Benimaclet, su vídeo muestra a un chico que se compra una hamburguesa en una cadena de comida rápida y al salir se la come sin interés y despreciándola, hasta que se cansa y tira la mitad al suelo. Un indigente que pasa por allí la recoge, se la come y con el papel hace papiroflexia, como descubre el chico cuando vuelve.

Día tras día ocurre lo mismo, y en cada acción cae una ficha de dominó. Al final, las fichas van hacia atrás, se reproduce la historia, y en el momento en que el chico se compra la hamburguesa se acuerda del indigente y se para la imagen.

Ilustración sobre la resiliencia en Benimaclet
Una de las ilustraciones sobre la resiliencia. Imagen de @iah78 para ©DsftBenimaclet

“Es un final de esperanza”, destaca Cristina, quien agradece haber podido participar en este proyecto que tiene una clara implicación social. Carlos señala también que ha sido una experiencia interesante, sobre todo para estudiantes que se quejan de que no tienen suficientes prácticas en la carrera, y que les ha permitido hacer algo más creativo que una noticia o un reportaje.

Y todo esto se ha podido ver en Benimaclet gracia a la participación de Chico Ostra, que según destaca Sandra ya ha colaborado en ocasiones anteriores con esta organización humanitaria.

Este espacio, que abrió sus puertas en 2010 y toma el nombre de un libro de poesía de Tim Burton titulado “La melancólica muerte de Chico Ostra”, acoge exposiciones mensuales y en él también se pueden leer o comprar libros de segunda mano (entre 0’50 céntimos y dos euros).

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