Delantales en los balcones. Calles renombradas en femenino. Comercios cerrados en apoyo de la huelga feminista. Piquetes informativos convertidos en noticia. Mensajes por la igualdad y pancartas en defensa de un 8 de marzo muy especial.
Este podría ser el resumen en trazo grueso del Día de la mujer en Benimaclet. Un día presidido por el lema “Si nosotras paramos, se para el mundo”, y del que bien se podría decir que el mundo se empezó a parar en Benimaclet, un barrio que siempre se ha movilizado por las causas que merecen la pena.
Hay numerosas imágenes para ilustrar que Benimaclet se transmutó en un barrio morado y parado este 8 de marzo. Pero también emocionantes testimonios de mujeres benimacleteras que sirven como una pequeña muestra de lo que ha significado este día, y que Disfruta Benimaclet ha recopilado aquí.

Una persiana morada
Una imagen icónica del 8 de marzo de Benimaclet ha sido la persiana morada de un comercio donde las mujeres pintaron mensajes feministas. Fue una iniciativa de Javier Primo, el dueño de la tienda de regalos Suerte Loca, quien cogió la brocha y pintó del color de ese día una de las persianas de la tienda. Cuando iba a poner la frase “Aquí pintamos todas”, se cayó de la escalera y se rompió una costilla.
Las mujeres que trabajan en la tienda como refuerzo en Navidad acudieron enseguida y dejaron lista la persiana, junto a la que se puso un cartel invitando a las mujeres a completarla con sus mensajes. “La respuesta fue muy buena y muy rápida, al principio preguntábamos a las mujeres que pasaban si querían participar, pero enseguida no había que insistir a nadie para que pusieran su frase”, nos explica Gladys Ponce, trabajadora de esta tienda ubicada junto al Parque de la Guardia Civil.
“Sonríe siempre”, “Este mundo no nos gusta y lo vamos a cambiar”, “Ama, pero primero quiérete” … son solo algunas de las muchas frases que han tapizado este espacio morado que además va a perdurar más allá de este simbólico día. Y Gladys es rotunda y taxativa cuando se le pregunta por qué pusieron en marcha esta iniciativa: “Porque somos feministas”.
Mujeres muixerangueras
Otra imagen muy repetida en los medios de comunicación fue la torre humana protagonizada por mujeres muixerangueras que se levantó en la Plaza de la Virgen de València al final de la manifestación que recorrió el centro de la ciudad.
Lo que quizá no sabéis es que muchas de esas mujeres eran de Benimaclet, ya que la Comissió Feminista de la Jove Muixeranga de València, que tiene la sede en este barrio, fue la encargada de organizarla a propuesta de las convocantes de la jornada del 8 de marzo.

“No nos lo pensamos, aceptamos e invitamos a las mujeres de otras collas con el objetivo de hacer una gran piña feminista”, en la que también participaron niñas para convertir esta experiencia en una lucha por su futuro, nos explican desde la Comissió Feminista.
La experiencia ha sido “muy intensa, colectivamente este movimiento ha hecho historia, pero para nosotras todavía nos es imposible dejar de pensar en los nervios y la ilusión durante la manifestación, en la complicidad, la fortaleza y la unión que sentimos con todas las mujeres que estábamos en la plaza”, aseguran.
Una forma de feminismo vivida desde la cultura popular que ha permitido además, en palabras de sus protagonistas. construir unos vínculos que “llegan más allá de lo que hubiéramos podido imaginar, y nos confirman que somos capaces de todo. Y que esto es tan solo el inicio”.
Benimaclet feminista
Una de las referentes del feminismo en Benimaclet es Alodia Clemente, propietaria de la librería La Rossa (la única especializada en autoras femeninas de la Comunitat Valenciana y una de las pocas que existen en España), quien reivindica el papel que el barrio ha tenido en esta huelga feminista.

“Siempre hemos tenido a gala ser pioneros en muchas luchas, y Benimaclet ha seguido masivamente la huelga feminista. Era nuestro deber: si nos colgamos tantas medallas, teníamos que concienciarnos y luchas juntas y juntos por eso, como otras veces se ha luchado por otras cosas”, expone Alodia a Disfruta Benimaclet.
En su opinión, este 8 de marzo ha sido un éxito, ya antes incluso de esa jornada, por toda la movilización previa. Destaca que ha sido “muy transversal”, pues se ha visto a mujeres “de todas las edades y de todas las condiciones sociales” participando en la huelga y en la manifestación, así como a mujeres de otras etnias y religiones, lo que evidencia que “ya no es una lucha de blancas”.
A la pregunta de si este 8 de marzo marcará un antes y después, Alodia lo tiene claro: ”No se puede ignorar una huelga que han seguido millones de mujeres, ni a la barbaridad de participantes en las manifestaciones. En València fue brutal: parecía la ofrenda a la Mare de Déu, hasta las doce de la noche debió seguir entrando gente a la plaza de la Virgen”.
Ilustradoras y escritoras
Otro colectivo protagonista de esta jornada feminista han sido las ilustradoras, que con sus dibujos han animado a sumarse a los paros y cuyas obras se convirtieron en virales en las redes sociales. Una de esas ilustradoras es Ana Zurita, quien vive en Benimaclet desde que tenía 6 años, y quien confiesa que, como mujer trabajadora, “autónoma para más inri”, y madre de dos peques, ha sentido una “emoción máxima” al ver el éxito de este 8 de marzo.

“Ya no caben más excusas, hemos hablado todas y ha sido un rotundo basta ya”, nos explica Ana, quien señala que ha sentido un “precioso sentimiento de orgullo de género”. La autora de libros como ‘Mi mamá es la mejor madre del mundo‘ tiene clara una cosa: “Hemos demostrado que es imposible retroceder” y ahora hay que seguir dando “pasos firmes” en el “difícil camino” de cambiar las cosas.
La escritora de Benimaclet Raquel Ricart destaca la movilización que ha habido este año, sobre todo entre las chicas jóvenes del barrio, que han hecho pancartas y han participado en los piquetes informativos: “son guerreras totales”. A su juicio, el 8 de marzo es un día importante para visibilizar y hablar de todas las desigualdades que existen aún, algo en lo que hay que trabajar cada día.
Raquel es una de las cinco escritoras que participaron en el Instituto Ferrer i Guàrdia en un taller de lectura organizado con motivo del Día de la Mujer. Junto a Carme Manuel, Maria Jesús Bolta, Núria Cadenas y Teresa Broseta, contaron su experiencia como escritoras feministas y capaces de enfrentarse a un figura “sacrosanta” en el libro colectivo “La improbable vida de Joan Fuster”.
Por su parte, la periodista vecina de Benimaclet Concha Tejerina nos explica que este 8 de marzo lo ha vivido “como nunca”, y reivindica que son necesarias movilizaciones como esta para que la sociedad se dé cuenta de que “siguen los micromachismos y de que de que el techo de cristal también existe”.

Comisión de huelga
Y además de estos nombres propios, muchas mujeres anónimas de Benimaclet de todas las edades y condiciones sociales han trabajado durante semanas para preparar esta jornada feminista en una comisión de huelga que ha llevado a cabo numerosas iniciativa.
Desde el cambio simbólico de los nombres de algunas calles (como las de Les Migrants o la de Les que ja no estan), a piquetes informativos por el barrio el día de la huelga (que se convirtieron en noticia después de que la Policía retuviera a uno en la calle Peris Mencheta) o un espacio de juegos y cuidados en el CSOA L’Horta para que quien lo deseara pudiera participar en la huelga.
Porque este 8 de marzo, un Benimaclet teñido de morado inició una revolución mundial conjugada en femenino.