La música está muy presente en Benimaclet, y por ello no podía faltar en el barrio una batucada brasileña. Se llama Embolic y se puso en marcha hace unos dos años y medio por el profesor de Percusión del Centro Instructivo Musical (CIM), Pep Ros.
Percusionistas de la centenaria sociedad musical del barrio, pero también gente que nunca había tocado un instrumento, conforman esta agrupación musical que llena de ritmo las calles de Benimaclet en acontecimientos como el Benimaclet T’Estime o actos de fin de curso de escuelas del barrio, aunque también han llevado su animación a carreras celebradas en la Malvarrosa o en Fontanars dels Aforins.
Los inicios de Embolic
La creación de la batucada surgió para complementar los grupos de música que ya tiene el CIM, como la banda o la orquesta, y para ofrecer una opción a la gente que no está acostumbrada a tocar un instrumento, con el fin de que se acercaran a la música.

Así lo cuenta de Disfruta Benimaclet Núria Pons, quien se encarga de dirigir la batucada cuando no está el profesor de percusión, y quien precisa que cuentan con alumnos que han estudiado música, sobre todo en las cajas, que son más complicadas, pero también hay padres, madres y socios del CIM.
“Básicamente, quien quiera entrar puede hacerlo mientras haya instrumentos disponibles”, explica Núria, quien añade que la batucada la forman “una veintena de personas o un poco más, depende del año y del momento del curso, porque vamos fluctuando un poco”.
Afirma que la edad no es un determinante para entrar en este grupo, ni tampoco el hecho de saber o no música. “De hecho, en la batucada está mi madre y no sabía música. Entró y poco a poco fue aprendiendo ritmos”, señala Nuria.

Por qué ‘Embolic’
¿Y por qué se llama Embolic esta batucada? Núria lo explica muy gráficamente: “el nombre viene porque nos vimos inmersos en un mundo de ritmos y música que quizá nos creaba un poco de ‘embolic’, de lío, en nuestras cabezas, y pensamos que ese podía ser un buen nombre”.
La batucada de Benimaclet ensaya todas las semanas durante una hora, los lunes por la noche. En sus inicios lo hacían en las instalaciones de un instituto, pero los vecinos se quejaron del ruido y se trasladaron a unos locales ubicados en el polígono industrial de Alboraia, al lado del cine Lumiére. Pese a ello, algún lunes por la noche parece que se oyen tambores lejanos en Benimaclet.
“En estos dos años creo que hemos mejorado muchísimo, se nota a la hora de aprender nuevos ritmos que estamos mucho más acostumbrados, enseguida sabemos cómo tirar, e incluso si nos perdemos sabemos enseguida seguir al director”, señala Núria. Y añade: “hemos creado una complicidad entre todos y todas de saber lo que tenemos que hacer en cada momento”.

Repeniques, tamborines y surdos
Los instrumentos que conforman la batucada Embolic son los repeniques (un tambor tocado con una sola mano y con un palo, que toca quien dirige el grupo), los tamborines (tambores de tamaño más pequeño), las timbas (tambores largos en forma de cono que se tocan con las manos) y los surdos (tambores de gran tamaño que crean el compás, que se ubican detrás del todo y que se clasifican en tres tipos, en función de si el sonido es más grave o más agudo).
Núria explica que desde el principio ella y su amiga Marta cogieron el surdo 1 (el más grave) y el surdo 2 (un poco más agudo) para marcar los tiempos, porque las dos son músicos y de esta manera podían ayudar un poco a quienes no saben música a llevar el ritmo.

Ha sido estudiante del CIM “de toda la vida”, toca el violonchelo y aún después siguió los estudios en el grado profesional sigue yendo a la orquesta de Benimaclet, a la banda grande y a la banda juvenil, por lo que continúa estando “ligada totalmente al CIM”.
Cuando veáis por las calles de Benimaclet una enérgica marea con camisetas moradas que a su paso hace bailar o seguir un ritmo afrobrasileño a todo los que la contemplan no tengáis duda: se trata de la batucada Embolic.