Dónde socializar en Benimaclet

¿Tiene Benimaclet espacios públicos y gratuitos donde reunirse para socializar de manera cómoda y agradable? Seguro que imaginas ya la respuesta a esta pregunta que han planteado unos estudiantes del Grado de Diseño y Tecnologías creativas de la facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València.

Lo han hecho a través de un proyecto de investigación basado en el codiseño, en el que han invitado al vecindario de Benimaclet a reflexionar sobre los denominados “terceros lugares”,  los espacios de encuentro que no son ni nuestras casas (el «primer lugar) ni nuestros trabajos (el «segundo lugar»), ni tampoco establecimientos de consumo.

Lugares donde hacer comunidad

“La plaza de Benimaclet solo tiene dos bancos, porque los vecinos se quejaban del problema del botellón, pero terrazas de bares hay todas las que quieras”, comenta una vecina en el encuentro organizado en el espacio cultural La Repartidora por los estudiantes Rubén Moreno, Ángel García, Beatriz Ortiz y Álex Sospedra.

Otra vecina señala que las personas mayores y sus cuidadoras se suelen reunir en unos bancos que hay junto al tranvía. Hay quien destaca que las trabas para hacer actividades en la plaza de Benimaclet son cada vez más grandes. También se echa en falta un gran parque natural donde poder encontrarse y hacer comunidad.

Otro asistente reclama un centro polivalente donde jóvenes y mayores puedan compartir espacio para reunirse, comer, bailar, hacer clubes de lectura o cinefórums. Y hay una vecina que lamenta que los últimos bancos instalados en la calle Murta “miran hacia la pared”, en lugar de hacia la calle.

Un espacio para encontrarse

Lo primero que plantean estos estudiantes es qué debería tener un buen espacio para encontrarse. Las respuestas son numerosas: una buena iluminación, ser un sitio tranquilo para poder escucharse, ser cálido y acogedor, tener servicios básicos o contar con mobiliario que se pueda mover y sirva para distintas actividades.

Durante la conversación se evidencia que las calles de las ciudades no están hechas para habitar en ella, en tanto que no se planifican lugares donde poder reunirse y fomentar la socialización. “A la hora de quedar, lo habitual es ir a un bar o una cafetería, sobre todo si hace frío en invierno o calor en verano”, se comenta.

Parece que las ciudades al final son solo sitios donde comprar, dormir y trabajar. Para aterrizar esta percepción, los estudiantes proponen analizar de manera crítica un espacio del barrio, la plaza José María Trenco. Nos trasladamos allí para pensar qué le falta o qué le sobra a este espacio y cómo podría ser más cómodo y funcionar como un “tercer lugar”.

Terceros espacios en Benimaclet

Estos estudiantes explican a Disfruta Benimaclet que han elegido el barrio Benimaclet para su investigación por varios motivos. “Algunos vivimos aquí, otros no, pero lo tenemos bastante cercano, ya sea por la universidad o por hacer vida en él”, afirma Beatriz.

Rubén explica que, como estudiante que viene de fuera -en su caso, de Cantabria-, Benimaclet transmite la sensación de que cuenta con “una cultura propia, una preocupación por parte de los vecinos y un movimiento de barrio importante”.

En este proceso de codiseño o diseño participativo, en el que se tiene en cuenta la opinión de las personas a las que va dirigido el resultado, el dar voz al vecindario les ha permitido por ejemplo conocer la opinión de personas de otro rango de edad y con otras perspectivas culturales.

Sentimiento de comunidad

Destacan que para que un espacio de tercer grado funcione tiene que haber de partida un sentimiento de comunidad, como en su opinión ocurre en Benimaclet. Otra de las cuestiones destacadas en la activad es la importancia del “respeto mutuo” entre las personas y “la conciencia” de barrio y de comunidad.

El resultado de todo este proyecto es un material divulgativo en el que estos cuatro estudiantes han querido mostrar cómo es un proceso de codiseño a partir de las preocupaciones de los vecinos de Benimaclet y de la reflexión acerca de cómo se plantean las ciudades y de si existen en ellas puntos de encuentro para fomentar las relaciones humanas.

Os dejamos aquí un resumen de la entrevista con los impulsores de esta actividad: