ARTE, SOCIEDAD

Benimaclet conFusión salta a Internet en la edición de la pandemia

Cuando empezó la pandemia de coronavirus, la organización de la edición 2020 de Benimaclet conFusión ya estaba en marcha. Lo cómodo hubiera sido aplazarlo para otro año, pues hasta ahora este festival se caracterizaba por inundar durante un fin de semana octubre las calles, locales y hasta viviendas del barrio de numerosas propuestas artísticas, que eran seguidas por numeroso público.

Lo complicado hubiera sido poner patas arriba el festival y buscar una nueva fórmula para seguir llegando a cada rincón de Benimaclet pero de manera responsable, cumpliendo todas las medidas de seguridad que marcan las autoridades sanitarias ante la pandemia.

“Se nos ocurrió una idea alternativa: por suerte tenemos mucha gente dentro de la organización con mucha experiencia audiovisual, así que hemos montado prácticamente un plató de televisión adonde llevar a los artistas y retransmitirlo por Youtube, explican a Disfruta Benimaclet desde la organización de Benimaclet conFusión.

Y así ha sido como el fin de semana del 17 y 18 de octubre de 2020 se ha celebrado la séptima edición de Benimaclet conFusión, la edición más virtual. Ha tenido su epicentro en el plató de televisión montado en la alquería de la Escuela Meme, y que se ha complementado con la intervención en las calles de seis artistas que han credo sus murales urbanos.

Un plató televisivo

Se ha creado un plató de televisión “a la manera conFusión; con cosas prestadas, con cosas que no funcionan bien o con luces demasiado bajas”, nos cuentan entre risas mientras se lleva a cabo la emisión.

Pero al fin y al cabo un plató con dos escenarios, cuatro cámaras y 32 canales de sonido, que ha permitido retransmitir en directo por Youtube durante dieciocho horas y llevar 24 propuestas artísticas a las pantallas y por tanto a los rincones de todo el mundo.

Actuaciones musicales, talleres (de meditación, sexualidad o alimentación), exposiciones y bailes no han faltado en la edición más diferente del Benimaclet conFusión, pero que ha mantenido la esencia de una iniciativa que nació hace siete años cuando tres amigos que vivían en el barrio soñaron con crear un festival que permitiera compartir de manera colectiva del arte que a ellos les hacía disfrutar e hicieron realidad ese sueño a través de 120 propuestas llevadas a cabo en 40 espacios.

Eso sí, la dificultad este año ha sido tener que seleccionar entre las más de cien propuestas artísticas recibidas, pues así como en otras ediciones se aceptaba todo lo que se presentaba, la limitación de contar solo con un plató ha obligado a hacer, por cuestiones logísticas, “una selección muy dura” y dejar fuera a mucha gente, incluso a quienes han participado en anteriores ocasiones.

Colores y lema

El amarillo y el azul, los colores del sol y del mar, han sido la marca de esta edición, cuyo lema “Más que nunca conFusión” ha querido reivindicar la importancia de la cultura en un momento en que ha sido considerada como “no esencial”, cuando es todo lo contrario, según defiende este movimiento que aboga por la cultura y la expresión libre.

Y como siempre, el papel de las personas voluntarias ha sido fundamental para hacer realidad un festival en el que cada una comparte su tiempo, su arte y lo que sabe hacer. Personas de hasta dieciséis países han colaborado desinteresadamente en esta edición, organizados en torno a cuatro equipos centrales (producción, realización, difusión y comunicación).

Como todas las ediciones anteriores, el festival se autogestiona, y por ello ha impulsado un crowfunding “casero” a través de su página web para colaborar con los gastos. También establecimientos del barrio han aportado alimentos y bebida para que los artistas pudieran conocerse en torno a una comida.

Benimaclet conFusión ya tuvo sus escarceos con las emisiones en directo por internet durante el confinamiento por la pandemia, ya que a finales de marzo organizó a través de su Instagram el “conFusiónEnCasa”.

Un mes después organizó también el “conFusiónSigueEnCasa”. Y ahora se ha convertido en un evento interactivo, en el que ha sido posible participar también desde el otro lado de la pantalla por videollamada.

Dicen los creadores de este festival que el conFusión funciona “por milagro”, ya que aunque hay muchísimo trabajo detrás siempre surgen “cosas que no te esperas y que la vida te regala”. De esa “sorpresa constante” y de la implicación de numerosas personas ha sido posible, un año más, celebrar este festival único. Quizá porque tienen muy interiorizados mantras como este: “Si lo creemos, lo creamos”.

Si quieres recordar cómo fueron anteriores ediciones del Benimaclet conFusión, así os contó Disfruta Benimaclet lo que pasó en las de 2017, la de 2018 y la de 2019.

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