Cuando a las manos de la dramaturga Rosa Juan Devesa llegó un libro sobre testimonios de mujeres en las cárceles del franquismo, le impresionaron tanto las historias que allí se contaban que supo que tenía que hacer algo con ellas.
El resultado ha sido «¡Agua!», una obra que se ha estrenado este mes en el Teatro círculo de Benimaclet y en la que se trata de forma «muy humana y poética« una de las vivencias que más se repiten a lo largo de las 900 páginas del libro escrito por Tomasa Cuevas: el sufrimiento de las presas al verse privadas del agua.

Un bien tan escaso -apenas una mísera lata al día para beber, asearse y lavar– que reclamaban incluso en forma de canción y entre exclamaciones en los patios, con la intención de que los vecinos de las cárceles se apiadaran de ellas y les llevaran la preciada agua, explica a Disfruta Benimaclet Rosa Juan Devesa.
Ponerse en la piel de las presas
«Es emocionante ponerse en el papel de ellas», indica la también actriz y productora de la compañía independiente SaludArte, quien actúa en esta obra de escenas cortas y pequeños testimonios que pretende mostrar la «heroicidad» de estas mujeres en su lucha por sobrevivir y que hasta ahora no han tenido su espacio en la Historia.
Podía haber optado por las historias «violentas y torturas horribles» que también aparecen en el libro, pero Rosa considera que «una tortura con una cosa tan sencilla y tan vital como es el agua es brutal«.

Admite que es «un tema muy duro», pero reivindica que está tratado de una forma que permite «aprender mucho y emocionarse», pues la obra se basa en historias reales del día a día de mujeres que eran muy jóvenes y que pasaron muchos años en prisión por motivos como que un vecino las había visto hablar con una persona determinada.
Por qué en Benimaclet
Benimaclet ha tenido la suerte de acoger el estreno de esta obra sobre mujeres y memoria histórica de la compañía SaludArte gracias a que recibieron una ayuda a la creación escénica del Teatro Círculo, que iba acompañada de la programación de la pieza durante dos semanas.
Rosa admite que llegar hasta el estreno ha sido «un parto duro», pues apenas habían comenzado a trabajar en la obra cuando llegó el confinamiento por la pandemia de coronavirus.

Un tsunami que si no llevó por delante la producción fue por su empeño.
«Soy muy cabezota, es que me da la vida. Tenía como la necesidad de hacerlo. Y si no te lanzas, te pasa la vida por delante y no lo haces», asegura la actriz, quien explica que durante el confinamiento ensayaron on line, y durante la desescalada en la terraza de su casa, donde igual llovía que se achicharraban de calor.
Fue un «a ver qué pasa« que, gracias al empuje de todo el equipo, les ha llevado finalmente a abrir la nueva temporada del Teatro Círculo, con la sorpresa además de la buena respuesta del público, lo que Rosa atribuye a que la gente «tiene ganas de volver a la vida» de antes y a disfruta de la cultura, que, según defiende, es «segura«.
La teta lisa
Pero esta no es la primera vez que la compañía actúa en Benimaclet. Hace dos años y medio representaron en el mismo teatro su obra «La teta lisa», en la que se mira de frente al cáncer de mama sin dramatismos e incluso con optimismo.

Tanto «¡Agua!» como «La teta lisa» están a disposición de los programadores que las quieran llevar a los escenarios, aunque Rosa lamenta que con la covid-19 «todavía no se ha movido nada«, pese a que otros años en otoño siempre han hecho «muchos bolos».
Pese a todo, Rosa reflexiona que si se hubieran parado a pensar en el coronavirus no habrían hecho la obra, pero ya han conseguido estrenarla. Ahora solo falta que pueda rodar por más escenarios.
El reparto
El espectáculo «¡Agua!» está dirigido por Teresa Urroz y cuenta con tres actrices en escena: Rosa Juan Devesa, Cybele Buffile y Padi Padilla, a las que acompaña la música en directo de Mari Àngels Faus.

Esa música, junto a la escenografía creada por Ricardo Devesa y la iluminación de Quique Culebras permite al público rodearse de una atmósfera muy especial y trasladarse de unos grandes almacenes actuales a la cárcel de mujeres que en el pasado se ubicó en ese mismo lugar y donde se vivieron estas historias.