Benimaclet empieza esta semana en la fase 1 de la desescalada en la crisis sanitaria del coronavirus, y con ello retoma el pulso de muchas actividades que habían quedado en hibernación durante estos dos largos meses.
Hay comercios del barrio que no han dejado de trabajar durante el confinamiento (como los dedicados a la alimentación, las farmacias o los estancos). Otros han abierto en los últimos días, con limitaciones de aforo y la obligación de atender al público con cita previa. Y los hay que retomarán la actividad comercial esta semana, siempre con las medidas de seguridad y limitaciones establecidas por las autoridades.

Disfruta Benimaclet os trae algunas iniciativas que se han impulsado en el barrio en este tiempo:
Apoyo al pequeño comercio
La asociación de comerciantes de Benimaclet Benicomerç ha puesto en marcha una campaña para pedir al vecindario que, cuando todo esto acabe, apoye al pequeño comercio, el que tenemos más cerca y el que, con sus tiendas, contribuye y hace también barrio.
Un vídeo elaborado por la asociación comercial pone cara a algunas de las personas que están detrás del mostrador en los comercios del barrio y pide apoyar a las pymes y autónomos de Benimaclet, quienes con sus locales dinamizan la economía, nos ofrecen lugares de encuentro y dan identidad al barrio.
Según los datos del Ayuntamiento de València, en 2019 el barrio de Benimaclet tenía un total de 2.058 establecimientos dedicados a actividades de comercio y servicios ( de ellos 932, el 45 %, eran comercios, restaurantes y hospedaje y locales de reparaciones).

Bonos para salvar
“Save the barrio” es la campaña iniciada por la plataforma ‘Lo mejor de Benimaclet’ para ayudar a comercios y profesionales de Benimaclet a retomar su actividad. Han puesto a la venta bonos de 20 euros, que se podrán canjear por productos o servicios en los locales adheridos valorados en 25 euros cuando reinicien la actividad y durante un periodo de seis meses.
El objetivo de esta iniciativa ha sido intentar mitigar la difícil situación económica que la crisis del coronavirus ha provocado en los negocios del barrio, para que puedan tener liquidez mientras sus persianas están bajadas.
Y de esta forma, señalan, contribuir a “salvar” el bar, la tienda, el centro de belleza, la clínica, las escuelas de baile o nuestro taller de bicicletas preferido. De momento se han sumado diecinueve comercios, pero nos cuentan que cada día se incorporan más.

Una tienda que abre en plena covid
Dos ejemplos de los numerosos pequeños comercios que tenemos en Benimaclet son ‘Doctor Patinete’, que acaba de abrir sus puertas al público, y ‘Entre Costura’, que ha cumplido cinco años de existencia en plena pandemia de coronavirus.
‘Doctor Patinete’ es una tienda y taller de bicicletas y patinetes eléctricos que lo tenía todo listo para iniciar su aventura empresarial en la calle Barón de San Petrillo a mediados de marzo, y ha tenido que esperar dos meses para poder hacerlo, ya que justo cuando iba a levantar la persiana se declaró el estado de alarma.
Al frente de este pequeño local, que no llega a los 60 metros cuadrados, están Xavi Hurtado, vecino de Benimaclet y a quien habéis podido ver en este blog porque forma parte del grupo de teatro de improvisación Impromaclet, y Jamal Hassini, un informático de origen marroquí que reside en el barrio desde hace doce años.
Ambos admiten que no es el momento soñado para abrir un comercio, pero confían en que la gente responda, como según aseguran ha hecho durante en la primera semana de apertura.

Una tienda que cumple años
‘Entre Costura’ es una tienda de moda de mujer de marcas valencianas y españolas ubicada en la calle Emilio Baró que está de aniversario: el 15 de mayo cumplió cinco años de existencia. Su propietaria, Carmen Campos, es además una artesana que confecciona a mano pamelas y tocados. Y que al igual que otros pequeños comercios del barrio se ha tenido que reconvertir para resistir en estos tiempos de coronavirus.
La opción por la que ha optado Carmen ha sido instalar un generador de ozono y un armario donde se desinfectan las prendas que las clientas se prueban y finalmente no se llevan. Admite que son tiempos complicados, sobre todo para la parte del negocio dedicado a la sombrerería debido a que se han cancelado muchas bodas y comuniones.
Pero confía en sus clientas, que según explica no han dejado de mandarle mensajes estas semanas y están deseando volver a este pequeño local de apenas 25 metros cuadrados en Benimaclet.