Existe un deporte que presume de aunar la elegancia del ballet, la estrategia del ajedrez y la agresividad de las artes marciales. Se trata de la esgrima, y Benimaclet es un referente en este ámbito.
El polideportivo municipal del barrio, remodelado en el año 2012, cuenta con una sala de armas de 950 metros cuadrados que está considerada la mejor de España y una de las mejores de Europa, gracias al número de pistas (un total de doce, cuando normalmente estas salas no suelen superar las cuatro) y a la calidad del equipamiento, que se complementa además con aulas en las que los practicantes de este deporte, llamados tiradores, pueden ampliar su formación.

Así lo cuenta de Disfruta Benimaclet el vicepresidente de la Federación de Esgrima de la Comunitat Valenciana, Vicente Marcos Safont, durante la celebración del XIX Torneo Ciudad de València de Espada Femenina Senior, que este fin de semana ha reunido en Benimaclet a las mejores tiradoras de España, y que es uno de los cuatro campeonatos clasificatorios para la fase final en España.
Tradición de la esgrima en València
“La esgrima es un deporte que en València tiene mucha tradición, aunque a priori se pudiera pensar que no es tan conocido como otros ni está muy arraigado”, asegura el vicepresidente de la Federación, quien precisa hay varios clubes que desde hace ya muchos años practican este deporte olímpico.
Según señala, en la ciudad de València puede haber alrededor de 200 practicantes de esgrima, aunque si se incluye a los niños, ya que hay un programa de escuelas deportivas, serían unos 400 más. De hecho, una semana antes de este torneo nacional se celebró también en Benimaclet otra competición, el Criterium de menores de 10 y de 12 años, con un centenar de participantes que permitieron “demostrar que la cantera está asegurada en la ciudad”, precisa.
Vicente Marcos Safont reivindica además los valores que transmite la esgrima a los jóvenes: “hay muchos que son inherentes al deporte en general, como el esfuerzo y la disciplina, pero la esgrima tiene uno más: el respeto por el rival, que es un factor diferenciador del resto de deportes”.

Las instalaciones de Benimaclet son “un referente”, asevera el vicepresidente de la Federación de Esgrima de la Comunitat Valenciana, pues “no hay instalaciones en España como esta, y a nivel europeo hay muy pocas que permitan hacer competiciones así, con este número de pistas y con estas condiciones”.
Por ello, se ha dado cita aquí “la elite de la espada femenina” en el Torneo Ciudad de València, una competición de la categoría absoluta muy consolidada en el ámbito nacional, en la que han participado 64 chicas de España pero también del extranjero en un momento en el que además está comenzando la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio.
Sala de Armas
El torneo ha sido organizado por Sala de Armas Valencia, el club de esgrima más importante de la Comunitat, que al igual que la Federación de Esgrima de la Comunitat Valenciana tiene su sede en el polideportivo municipal de Benimaclet. Este año cumplen dos décadas al servicio de un deporte en el que los contrincantes deben intentar tocarse con una arma blanca (sable, espada o florete) que no tiene filo ni punta.

La directora técnica de Sala de Armas Valencia, María Hernández, cuenta a Disfruta Benimaclet que cuentan con un grupo de competición de esgrima femenino y otro masculino, aunque en la actualidad trabajan sobre todo en la formación básica de niños. También hay un grupo de adultos que hacen esgrima de ocio (entrenan pero no participan en competiciones) y un pequeño grupo de esgrima en silla de rueda adaptada.
“Hace más años teníamos un equipo en silla de ruedas de alto nivel; mis maestros han entrenado a gente que ha estado en Olimpiadas, pero es un deporte muy costoso que está poco financiado, por lo que ya no podemos seguir el ritmo de la alta competición”, lamenta María.
Según explica, el club cuenta con unos 150 asociados de todas las edades, pues “lo bueno que tiene la esgrima es que la puede practicar desde los 7 años hasta los 70 u 80 años, porque cada uno se adapta a su necesidad”.
Un deporte al alza
Considera que es un deporte al alza, pues cuando ella era pequeña había “muy poca gente” que lo practicaba, y ahora trabajan con 250 niños y niñas de escuelas y las fiestas de final de curso las tienen que dividir en cuatro jornadas, porque no caben todos en la sala de armas.

María empezó a practicar la esgrima con 8 o 9 años, cuando tuvo una lesión importante jugando al tenis que le impidió seguir practicando con la raqueta. Probó entonces con este deporte, en el que hay que hacer desplazamientos laterales: le encantó, y en él sigue.
“He estado trabajando primero en competición, luego me he dedicado al entrenamiento y ahora llevo la coordinación del deporte escolar en general en la Comunitat Valenciana”, indica María, quien afirma que les gustaría tener más presencia en las extraescolares de los colegios de Benimaclet.
En el Polideportivo de Benimaclet se puede ver todas las tardes cómo se ejercita un deporte considerado limpio y elegante, que ya practicaba la princesa de Éboli (quien perdió un ojo en un accidente causado por su maestro de esgrima) y en el que hay que tener la habilidad de hacer tocados al contrincante y adelantarse a sus movimientos para evitarlos.