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De Benimaclet a los Goya: aquí se fabricaron los abanicos rojos

La historia que hoy os contamos ha situado a Benimaclet en el centro de los focos y de la alfombra roja de la fiesta española del cine. La 32 edición de los Premios Goya se recordará por los abanicos rojos que inundaron la gala para reclamar la presencia de más mujeres en el cine español.

La iniciativa partió de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA). Pero lo que igual no sabéis es que los abanicos fueron fabricados en Benimaclet, en una empresa familiar que lleva décadas dedicada a los regalos publicitarios.

Disfruta Benimaclet los ha visitado en su local de la calle Doctor Vicente Zaragozá, y nos han contado todos los detalles de cómo acabaron sus abanicos en manos de Penélope Cruz, Isabel Coixet o Leticia Dolera.

Imagen en un ordenador de los abanicos rojos de los premios Goya
Una persona mira en Internet imágenes de los abanicos rojos de los Goya. @DsftBenimaclet

Abanicos a contrarreloj

Todo comenzó el pasado 18 de enero, cuando a través de la página web de RegalosPublicitarios.com les contactaron para pedirles una entrega de abanicos en una fecha concreta. “Era un poco precipitado, porque se trataba de muchísima cantidad y tenía que ser un abanico concreto y para una fecha” muy cercana, explica Noelia Cazalilla, responsable del trato con el cliente.

Lo que Noelia no sabía en ese momento es que la persona que había al otro lado, y que estaba “muy apurada”, porque nadie se comprometía a realizar su encargo “a contrarreloj”, era de la asociación de mujeres cineastas CIMA.

“La sorpresa -añade Noelia- fue cuando a los dos días me comentó que era un secreto, y que el abanico era para la gala de los Goya, donde la asociación quería evidenciar desequilibrios tan notables como que solo había un 27 por ciento de mujeres nominadas o que en ocho categorías no había ninguna mujer.

Las indicaciones que recibieron eran claras: los abanicos tenían que ser completamente rojos -les ofrecieron otros pero los querían así- y con la etiqueta en blanco #MASMUJERES. Y había que producir nada menos que 1.500 unidades, que debían estar entregadas el 1 de febrero en Madrid, para la gala de los Goya del 3 de febrero.

Noelia Cazalilla y Diego Barrachina, en Benimaclet
Noelia Cazalilla y Diego Barrachina, de la empresa que fabricó los abanicos. @DsftBenimaclet

Esta empresa de Benimaclet decidió asumir el reto, y puso a trabajar a todo el equipo, desde el personal de almacén hasta el de diseño, para crear los 1.500 abanicos rojos en tela con varillas de plástico que, sin ellos saberlo, se iba a convertir en icono de los 32 Premios Goya.

Petición de más abanicos

De hecho, los abanicos se entregaron el 29 de enero, aún con más antelación de la solicitada, destaca Noelia. Pero entonces surgió la sorpresa: el martes de la misma semana de los premios -la gala se celebraba el sábado- les pidieron que hicieran 300 unidades más.

“Esto sí que era un reto”, explica Noelia, quien señala que el personal de la empresa se volvió a implicar “a tope” y consiguieron que finalmente un total de 1.800 abanicos fabricados en Benimaclet tiñeran de rojo el patio de butacas de la noche de los Goya más feminista.

Ver sus abanicos en la gala de los Goya ha sido “un gustazo después de todo el esfuerzo que hemos hecho”, admite Noelia, quien afirma que la asociación CIMA ha quedado “encantada” con el servicio y les ha desvelado que “hay muchísima gente que quiere los abanicos, por lo que seguramente en próximos eventos o fiestas que hagan volverán a repetir” la iniciativa.

El gerente de la empresa, Diego Barrachina, agradece que se haya recurrido a un regalo promocional para transmitir “un mensaje tan importante y tan visible”, y destaca la repercusión que ha obtenido tanto el producto como la idea que se quería transmitir en defensa de una presencia equitativa de las mujeres en el mundo del cine.

Diseño de los abanicos tojos de los Goya
El fotomontaje creado en Benimaclet para los abanicos de los Goya. @DsftBenimaclet

Vocación solidaria

Pero no es la primera vez que esta empresa benimacletera participa en una iniciativa de carácter social.  “Tenemos una vocación muy grande de respaldar a ONG que utilizan los regalos promocionales para captar fondos, a las que apoyamos subvencionando totalmente el producto que nos encargan”, como por ejemplo pulseras personalizadas para la Asociación Humanitaria de Paiporta (APAHU) o bolsas de algodón para las librerías solidarias AIDA Books&More, explica Diego a Disfruta Benimaclet.

De hecho, señala que la iniciativa de abrir en València una de las librerías solidarias de la ONG de cooperación al desarrollo AIDA (Ayuda, Intercambio y Desarrollo) partió de esta empresa, que abrió su primer local a finales de 2013 muy cerca de Benimaclet, en la calle Molinell, y ya cuenta con otro en la calle Moratín.

“Es una iniciativa muy chula”, describe Diego, quien precisa que se trata de una librería de segunda mano en la que hay un grupo de 50 o 60 voluntarios que trabajan en equipo, cuyos fondos se destinan a proyectos de cooperación en Guinea-Bissau o Senegal y que además participó “activamente” en la apertura de otras librerías en Castellón, Barcelona o Jerez.

Una empresa familiar

Todo esto se lleva a cabo desde una empresa familiar dedicada a los reclamos publicitarios ubicada desde siempre en Benimaclet, que comenzó en los años 40 del siglo pasado cuando el abuelo de Diego empezó a vender etiquetas adhesivas personalizadas para los comercios, lo que dio pie a que en 1957 se abriera el primer local de la familia Barrachina en la calle Enrique Navarro, donde empezaron a producir calendarios.

Fachada de la empresa  de Benimaclet que fabricó los abanicos de los Goya.
Fachada de la empresa de Benimaclet que fabricó los abanicos. ©iah78

En los años 70 se trasladaron a la calle Leonor Jovani, donde siguen sus primos y tíos, mientras que en año 2000 se separó parte del negocio y la que lleva la familia de Diego se ha volcado en las nuevas tecnologías y en Internet, que es donde precisamente les encontró CIMA cuando buscaba sus abanicos.

“Damos servicio a toda España y también a otros países, que es lo que queremos potenciar ahora. Vamos a dar el salto para vender más en Europa, y hemos hecho ya alguna cosa con Sudamérica, destaca el gerente.

La empresa, que cuenta con unos diez trabajadores y ofrece más de 5.000 artículos, es por cierto la que en 2015 confeccionó las chapas de “I love caloret faller”. Y con la creación de los abanicos rojos de los Goya, que inundaron también las redes sociales y los medios de comunicación, consideran que han contribuido “un poquito” a que el mensaje de #MASMUJERES haya llegado a la sociedad.

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