ARTE, SOCIEDAD

Los cascos de bici tuneados por artistas que puedes ver en Benimaclet

Una empresa de Benimaclet dedicada al mundo de la bicicleta, Vuelta de Tuerca, ha impulsado junto a la organización Zedre Art Mural i Cultura Urbana una curiosa iniciativa, gracias a la cual 41 artistas valencianos, entre ellos Paco Roca, han convertido en lienzos otros tantos cascos para bicicleta de la firma valencia Closca Design.

Estas peculiares obras de arte están al alcance de cualquiera, ya que han salido a subasta pública por internet durante todo el mes de enero en la página www.sympathycollaboration.com, y lo que se recaude se destinará a dos organizaciones valencianas implicadas en el cuidado del medio ambiente.

Cascos solidarios de bici en Benimaclet
Imagen cortesía de Vuelta de Tuerca con su escaparate y parte de los cascos

Arte y bicicleta

El origen de esta iniciativa creativa y solidaria, que lleva detrás varios meses de intenso trabajo, ha sido el interés por aunar el arte y la bicicleta, las dos pasiones del artista Nacho Durá, responsable de la imagen y de las redes sociales de la tienda Vuelta de Tuerca.

Nacho explica a Disfruta Benimaclet que han conseguido “liar” a pintores, ilustradores y artistas valencianos en este proyecto, quienes han colaborado altruistamente y han puesto “su imagen y su impronta personal”.

El premio nacional de Cómic Paco Roca, el diseñador Héctor Merienda o pintores como Alejandra de la Torre forman parte de esta iniciativa, en la que también figuran nombres autores como Inma Bermúdez, Archicostura, Dianeylexya, Mac Diego, Mai Hidalgo, Paulapé, Lebrel, Mario Mankey, Javier Calvo o Deih, entre muchos otros.

“Le pedimos a la empresa valenciana Closca Design, que ha diseñado unos cascos plegables para bicicleta, que los artistas pudieran usar sus cascos como lienzo”, explica Nacho, quien resalta que este proyecto va a permitir a quien lo desee “tener la obra de un artista valenciano, sobre una pieza de diseño de una empresa valenciana”.

Interior del local Vuelta de tuerca
Interior de la tienda Vuelta de tuerca, en una imagen cedida por la empresa

Beneficio ambiental

La combinación que ha resultado “es muy interesante”, afirma Nacho, quien destaca además que los beneficios que se recauden con la subasta, que se cerrará el 31 de enero, se destinarán a dos organizaciones valencianas que trabajan para mejorar el entorno natural de la ciudad de València.

Se trata de BIOagradables, un colectivo de voluntarios activistas por el medio ambiente que se dedica a limpiar y recoger basuras de las playas valencianas, y de la Fundación Assut,  una organización medioambiental centrada en la huerta de València y en humedales como L’Albufera.

“Dejamos así un círculo cerrado: artistas valencianos participando en una iniciativa cuyos beneficios son para mejorar el ecosistema de la ciudad”, asegura Nacho, quien explica que, además de en Internet, los cascos han podido verse en las últimas semanas en varios puntos de la ciudad, con el fin de darles una mayor visibilidad.

La iniciativa permite tener la obra de un artista valenciano, sobre una pieza de diseño de una empresa valenciana, y sus beneficios van a organizaciones locales

Así, el Centre del Carme acogió del 24 de noviembre al 10 de diciembre pasados una exposición con los 41 cascos intervenidos, que posteriormente se han repartido por varios lugares, como el escaparate de Vuelta de Tuerca y otros establecimientos de la ciudad.

El precio de partida de la subasta es de 60 euros, cuando cada pieza nueva de Closca Design “vale 120 euros, con lo puedes tener una obra de arte, junto con el casco, por un precio mucho más económico”, destaca Nacho, quien espera que la gente “se anime” a participar en algo que es “muy diferente”.

Explica que es la primera vez que llevan a cabo una iniciativa de este tipo, que ha requerido de mucha implicación, pero están “felices por haber podido trabajar con todos estos artistas, a los que “les ha encantado participar” en el proyecto, lo cual les enorgullece y les anima a pensar en proyectos similares para el futuro.

Foto_2_Disfruta_Benimaclet
Manuel, Jacobo y Nacho posan ante la tienda. Imagen de Vuelta de tuerca

Vuelta de Tuerca

Vuelta de Tuerca es un taller y tienda de bicicletas que abrió sus puertas en Benimaclet en octubre de 2012, primero en un local más pequeño y desde hace dos años en uno más amplio, ubicado junto  al carril bici en la calle Ramón Asensio, donde se ha cuidado mucho la decoración y el diseño.

“Benimaclet es un barrio ciclable al cien por cien”, destaca el propietario del local, Manuel Cabezudo, a quien ya de pequeño, cuando aún no existían los tutoriales de Internet, le gustaba montar el manillar o cambiar los frenos de la bicicleta sobre la que se pasaba todo el verano.

Este autodidacta vecino de Benimaclet reforzó su pasión trabajando primero para otros en una tienda de bicicletas, hasta que decidió montar su propio negocio con un fin: “aquí traes tu bicicleta hecha polvo, la damos una vuelta de tuerca, la customizamos a tu gusto y te la dejamos como nueva; le damos ese cambio que el cliente no se espera”.

Tienda de barrio

Manuel asegura que son una tienda de barrio “muy accesible para todo el mundo”, adonde viene gente también de otros lugares, en la que el precio del taller es “muy económico” y ofrecen además productos para todo tipo de público, al que se atiende “de tú a tú y a todos por igual”.

Manuel Cabezudo, en su local Vuelta de Tuerca
Manuel Cabezudo, propietario de Vuelta de Tuerca, en su local. Imagen de la empresa

“Nuestra razón de ser es el ciclismo urbano y el cicloturismo, aunque tenemos catálogos de todo tipo de bicis”, señala Manuel, quien cuenta en la empresa con Jacobo Hoyofrío, mecánico profesional, y con Nacho, que gestiona la imagen del negocio en redes sociales y que es el autor de las obras de arte que decoran la tienda.

Nacho cuenta que conoció a Manuel “hace un montón de años”, cuando estudiaba Bellas Artes y le robaron la bici. Le recomendaron entonces que hablara “con un chico muy majo” de una tienda cercana para ver si tenía alguna de segunda mano. No tenía, pero se liaron a hablar y acabaron pasando al taller, donde para sorpresa mayúscula de ambos resultó que allí estaba su bici. Contactaron con la persona que la había comprado de segunda mano, y consiguió recuperarla.

Finalmente han acabado ambos en el mismo barco y luchando por su pasión, las bicicletas, y cree que así lo transmiten cuando tratan con la gente que acude a este precioso local en Benimaclet.

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