Tras dos años de ausencia, la tradicional bendición de animales ha vuelto a la ermita de Vera, un pequeño santuario en medio de la huerta entre Benimaclet y el mar.
Tras dos años de ausencia, la tradicional bendición de animales ha vuelto a la ermita de Vera, un pequeño santuario en medio de la huerta entre Benimaclet y el mar.