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Rayo Benimaclet, fútbol de barrio que prima la cercanía

Un club de fútbol de barrio, en el que la mayoría de jugadores son de Benimaclet, todos se conocen y se prima la cercanía y la familiaridad. Así es el Rayo Benimaclet, un club que no se quiere poner techo en sus expectativas, pero que sobre todo no quiere perder esa esencia.

Así lo explica a Disfruta Benimaclet, Alberto Rodríguez, uno de los entrenadores del Rayo Benimaclet Club de Fútbol, quien asegura que este club es parte de su vida “y de muchas vidas del barrio”, y reivindica que esa “cercanía” que les caracteriza no la quieren perderpor nada del mundo”.

Uno de los entrenadores del Rayo Benimaclet CF, Alberto Rodríguez
El entrenador del Rayo Benimaclet Alberto Rodríguez. ©DsftBenimaclet

Un centenar de niños

El Rayo Benimaclet surgió hace tres años con la idea de empezar con “un equipete”, pero consiguieron formar cuatro equipos, y conforme ha pasado el tiempo han ido creciendo hasta llegar a los siete equipos actuales: dos grupos de Prebenjamines, un Benjamín, tres Alevines y un Infantil.

Un total de 105 niños de entre 5 y 13 años–se intentó que jugaran niñas pero no cuajó-, siete entrenadores y una coordinadora componen este club que hasta este año ha entrenado en el polideportivo municipal lunes y miércoles por la tarde, aunque desde el próximo curso lo harán en el viejo cauce del río.

No siempre ha sido Rayo

Una de las curiosidades de este club es que no siempre se ha llamado así. En sus inicios era el Goal Benimaclet, un nombre que “no le gustaba demasiado a la gente”, señala Alberto. Así que el año pasado pusieron en marcha un proceso participativo para que los padres y madres eligieran un nuevo nombre.

Imagen del Rayo Benimaclet cedida por el club

Fue un proceso en el que se podía optar seguir con la denominación del club o por otras como el Atlético Benimaclet o el Rayo Benimaclet. Y esta última opción es la que ganó “por mayoría absoluta”, destaca.

El espíritu del Rayo

Cuando se le pregunta cuál es el espíritu que guía a este club,Alberto lo tiene claro: “la cercanía entre las partes”. En su opinión, la mayoría de los clubes en general “prima más la competitividad”, pero en el Rayo Benimaclet queda “más relegada a un segundo plano”.

“Se le da más peso a valores más formativos, con independencia de que los fines de semana participen en competiciones, indica Alberto, quien indica que el hecho de entrenar en un campo pequeño contribuye también a que todos los jugadores se conozcan “perfectamente”, aunque no sean de la misma edad.

Imagen del Rayo Benimaclet cedida por el club

Vecinos de Benimaclet

La “inmensa mayoría” de los jugadores del Rayo Benimaclet son de Benimaclet, de manera que es fácil encontrarse por el barrio fuera del campo a niños del club jugando en el parque. También Alberto y la coordinadora, Silvia, son de Benimaclet.

El objetivo del club es “seguir avanzando”, y por eso, como al ser ya siete equipos el campo del polideportivo se les ha quedado pequeño -sobre todo a nivel de fútbol 11-, desde el curso que viene irán a entrenar al río.

Pero sin que ello suponga perder la relación con Benimaclet. “Somos de aquí”, reivindica Alberto, quien considera “un privilegio” que el club lleve el nombre de Benimaclet en el escudo. A su juicio, que existan varios clubes de fútbol en Benimaclet -por ejemplo está también el Sporting Benimaclet– es “muy positivo a nivel social”, porque fomenta que haya más oportunidades dentro del barrio de optar por el deporte.

Imagen del Rayo Benimaclet cedida por el club

Y a nivel personal, este entrenador destaca que se ha criado “toda la vida” en el barrio: ha ido al colegio en Benimaclet y ahora trabajar en un club del barrio, aunque confiesa que para él entrenar no lo considera un trabajo, ya que le encanta.

Un Rayo y un Relámpago

 Le comentamos a Alberto que el nombre de Rayo Benimaclet nos recuerda al del Relámpago Benimaclet que hubo en los años 20 del siglo pasado, y si tienen alguna conexión ambas denominaciones. El entrenador desconocía este dato, pero no duda en comentar que “sería fantástico” que la hubiera tenido.

Antes de despedirnos, Alberto señala que un club de fútbol se puede crear donde se quiera, pues solo basta con que se quiera juntar un grupo de gente. “Pero lo que te aporta el Rayo Benimaclet no creo que se pudiera haber conseguido en otro lado más que en Benimaclet: la cercanía y la familiaridad, que es un elemento angular”.

Os dejamos un extracto en vídeo de la entrevista con Alberto Rodríguez:

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