Buscas piso y los precios están con las nubes? Con esta sencilla pregunta la asociación vecinal de Benimaclet ha puesto en marcha una campaña que, bajo el lema ‘zona tensionada ya’, busca movilizarse ante la imparable subida de los alquileres de las viviendas.
El objetivo de esta iniciativa es reclamar la aplicación en Benimaclet la figura recogida en la nueva ley estatal de vivienda de la zona tensionada, que permitiría poner un tope a los precios de alquiler de las viviendas que han pasado a ser abusivos en muchos casos.
“Es una manera de dar visibilidad a un problema que estamos detectando en Benimaclet en torno a la vivienda e intentar que las Administraciones actúen”, explica a Disfruta Benimaclet Marga, la secretaria de la entidad vecinal.
La herramienta de la zona tensionada
La declaración de zona tensionada es una nueva herramienta legal que se puede aplicar cuando cumplen requisitos como que los precios de los alquileres hayan subido 3 puntos más que el IPC en los últimos cinco años y que el pago del alquiler suponga más del 30 por ciento de los ingresos de los hogares.
Son unas condiciones que, según afirman desde la asociación vecinal, “se cumplen sobradamente” en Benimaclet: los precios han subido en los últimos años y a la gente a la que le toca renovar el contrato de alquiler o tiene un contrato nuevo se les piden unos precios que en la práctica les expulsan del barrio, porque no pueden pagarlos.
Para intentar combatir este problema, la asociación vecinal ha puesto en marcha este verano una campaña, que va a seguir desarrollando los próximos meses, encaminada a crear un Registro de Demandantes de Vivienda Asequible.
El objetivo es doble: que la gente sea consciente de que se está pagando “una barbaridad” por las viviendas, y tener fuerza ante la Administración para reclamar la declaración de zona tensionada, algo que corresponde a la Generalitat y al Ayuntamiento de València en este caso.
Referencias para el alquiler
La declaración de zona tensionada permitiría aplicar a los nuevos contratos de manera obligada un índice de precios de referencia para el alquiler de vivienda. Este sistema ofrece un rango de precios en función de las características de la vivienda, como la superficie, el año de construcción, la altura, si tiene ascensor o si cuenta con zonas comunes.
De hecho, si pincháis en este enlace, podéis hacer una simulación con vuestra vivienda y ver si el precio que estáis pagando por el alquiler se corresponde con la horquilla que han establecido técnicos de distintas instituciones (Ministerios, la Agencia Tributaria, el INE o el Colegio de Registradores).
De momento, se trata de un rango orientativo, ya que el Ayuntamiento de València rechazó el pasado mes de marzo declarar zonas tensionadas, como había solicitado la oposición, alegando que se trata de “políticas intervencionistas”.
Cuando se rellena el formulario para inscribirse en el Registro de Demandantes de Vivienda Asequible, se responde a preguntas como cuánto pagas de alquiler mensual, cuál es la franja que te correspondería pagar según el índice de referencia del alquiler del ministerio, o cuál sería el tope de alquiler recomendado teniendo en cuenta los ingresos netos de tu unidad de convivencia.
Gente que se ha visto expulsada
El formulario se puede rellenar on line con este enlace, o bien de manera presencial una mañana y una tarde a la semana en el local de la asociación vecinal (Avenida Valladolid, 42), que ha tenido en cuenta que haya gente sin acceso a internet.
“De las personas que han venido, hay algunas que ya no viven en Benimaclet porque se han tenido que ir al haberles subido el precio del alquiler”, señala Marga, quien precisa que hay arrendadores que están subiendo los precios por encima del límite legal del 3 % anual.
Como ejemplo, hay quienes se han marchado a vivir a pueblos como Benetússer, donde por 750 euros pueden alquilar una vivienda. Es lo que pagaban antes en Benimaclet y donde ahora les piden 1.200, por lo que no les ha quedado más remedio que “exiliarse” del barrio.
La subida de los precios de alquiler ha coincidido además con la apertura de pisos turísticos en el barrio y el impulso de negocios que alquilan habitaciones por meses a estudiantes universitarios y a Erasmus. Así, hay fincas de Benimaclet en las que, según el sistema estatal de referencia, el máximo recomendado para el alquiler es de 600 euros mensuales, pero con las habitaciones obtienen 1.300 o 1.400 euros al mes.
«La cosa está cruda»
Mientras hacemos la entrevista en el local de la asociación, entran dos personas a rellenar el formulario. Una se ha tenido que marchar de Benimaclet porque no le llega para pagar el alquiler que le piden. A otra le toca renovar el contrato este año y está “temblando”. “Aunque por ley no te pueden subir más del 3 %, en la práctica lo hacen por encima. Pero si te pones a malas te echan, por lo que si quieres seguir en tu piso tienes que tragar, la cosa está cruda”, asevera.
Desde la entidad vecinal insisten que la declaración de zona tensionada no va en contra de los arrendadores, que en la práctica no tendrían menores ingresos netos, ya que se podrían aplicar deducciones fiscales superiores a las actuales.
“La gente está pagando alquileres muy por encima de lo que toca”, alertan desde la asociación vecinal. Y avisan también: si hay que dedicar gran parte de la nómina al alquiler, se recorta en otras cosas, “y al final el comercio de barrio se va a pique”.
Disfruta Benimaclet 