La maqueta que homenajea a la discoteca que puso a Benimaclet en el mapa musical

Entre 1983 y 1999, un antiguo almacén de patatas ubicado en el número 75 de la calle Emilio Baró de Benimaclet se transformó en una sala de conciertos donde actuaron grandes artistas y grupos nacionales e internacionales, como Simple Minds, Depeche Mode, Iggy Pop o Ramones, y grabaron discos en directo Radio Futura o Siniestro Total.

Esa discoteca, que se llamó primero Pachá Valencia (de 1983 a 1988) y luego Arena Auditorium (hasta 1999, cuando cerró), marcó de tal manera a Félix López que ha querido rendirle su particular homenaje con la construcción de una maqueta a escala 1:50.

“Yo lo que quería es que la gente supiera la sala que hubo en Benimaclet, que fue la mejor sala de conciertos no solo en Valencia o en España, sino en toda Europa”, explica a Disfruta Benimaclet Félix junto a la maqueta, que ha sido expuesta en la última edición del festival Visor Fest.

Tres meses de trabajo

Tres meses ha dedicado este aficionado a las maquetas a construir la minuciosa recreación de la mítica sala de conciertos por la que pasaron varias generaciones, y para lo que asegura que ha combinado “habilidad, un poco de bricolaje, mucha paciencia y tiempo”.

“Siempre me ha encantado hacer maquetas, desde que era pequeño”, nos cuenta Félix, quien ha unido su gusto por los planos, los dibujos y las miniaturas -estudió Delineación- con la huella que le dejó Pachá Valencia-Arena Auditorium, adonde iba cuando estudiaba.

La sala de conciertos le impresionaba por lo que ofrecía y por su gran envergadura, y ya por entonces empezó a tomar medidas de forma rudimentaria y a hacer sus croquis pensado en construir una maqueta. Pero esos apuntes se quedaron en una caja mientras la falta de tiempo hacía que lo postergara.

Ahora que se ha prejubilado, sus notas y las fotos de la época que ha encontrado en internet le han permitido acabar de documentarse y confeccionar una maqueta que ha completado por fases, como si fuera la construcción de una obra: desde la cimentación al tejado, que además se puede retirar para contemplar el interior.

Gradas como un pequeño estadio

Entre los detalles que ha recreado están las gradas de la sala, que señala que “parecía un pequeño estadio de fútbol”, dentro de un edificio que tenía tres alturas -además del nivel de calle había uno superior y otro inferior-, en una superficie de 1.500 metros cuadrados.

La maqueta “mide más o menos 1.600 por 700 milímetros y está a escala 1:50. La sala en sí eran unos 70 por no llega a 30 metros”, nos cuenta Félix, quien señala que ha recurrido a esa escala para que se puedan apreciar bien los detalles, aunque confiesa que de haber tenido más espacio le hubiera gustado hacerla el doble de grande.

En lo que respecta a los materiales que ha utilizado, la base es de madera, las paredes de cartón pluma, las gradas y las escaleras de porex, las barandillas de plástico, los focos -que se encienden- de madera, las barras de bar de PVC y las cerchas de chapa fina.

“Ha sido mucho tiempo, pero cada vez que me levantaba tenía más ganas de hacer cosas”, destaca Félix antes de mostrarnos el interior de la maqueta, en el que asomarse permite volver atrás en el tiempo, hasta las sesiones de los viernes al salir del instituto, las de los sábados por la tarde y por la noche, o las decenas de conciertos que se celebraron en la sala de Benimaclet.

Una sala consagrada

Félix, que acaba de cumplir 56 años, nos cuenta que pasó allí “muchas horas” durante “muchos años” escuchando música, pero también conociendo a gente, porque “no era solamente una discoteca”, sino también una sala de conciertos, lo que “daba mucho juego”.

“Entrabas allí y, como no había móviles, si te despistabas un poquito se te iba tu amigo dos metros y ya lo perdías de vista”, recuerda entre risas sobre una sala cuyo recuerdo asegura que siempre le ha motivado.

Tras cerrar Arena Auditorium en 1999, el edificio se fue degradando -llegó a sufrir incendios y varios desplomes del tejado-, hasta que en 2019 la antigua ‘patatera’ volvió a abrir sus puertas, esta vez reconvertida en un supermercado.

“Es una pena; hay otras salas de Europa que se han rehabilitado y se han mantenido como un emblema de la ciudad”, indica el creador de esta maqueta, quien reivindica que Pachá y luego Arena fue “una sala consagrada” por la que pasaron muchos artistas a lo largo de los años y le hubiera gustado que hubiera tenido otro destino final.

En su opinión, se podría haber mantenido una sala multiservicios de conciertos, haber hecho un aparcamiento público y una zona de restauración para conservar “toda esa cultura que hay detrás” de esta edificación, o haberla utilizado también como un “club social” para el vecindario de Benimaclet.

No caer en el olvido

En todo caso, con esta maqueta Félix ha buscado “que no caiga en el olvido lo que hubo en Benimaclet, un gran barrio de Valencia que estuvo arriba y fue puntero en el tema de los conciertos y de la música en general” durante los casi 16 años que estuvo activa la sala.

De momento, la maqueta está en casa de Félix, en Moncada, a la espera de encontrarle un destino que permita que, además de su familia y amigos, puedan verla más personas, en especial quienes vivieron parte de su historia musical en este recinto de Benimaclet.

Nuestra entrevista ha generado sin pretenderlo la expectación de los asistentes a las charlas del Visor Fest en el edificio Veles e Vents de València, que poco a poco se han ido acercando a contemplar de cerca la maqueta. Félix les invita a que recuerden dónde se solían poner cuando iban. Y sobre todo, a que la disfruten, como asegura que lo ha hecho él mientras la construía.

Os dejamos un extracto en vídeo de la charla con Félix López: