DEPORTES, SOCIEDAD

Recaredo Agulló: amor por el deporte

Nuestro vecino de Benimaclet Recadero Agulló lleva 61 años corriendo. Desde que a los 16 años el profesor de Educación Física del instituto le mandó a un cross por el cauce del río Turia y quedó tercero pese a pararse a ponerse la zapatilla que había perdido en la salida.

A punto de cumplir 77 años, sigue corriendo -por el cauce, los Viveros o la Vía Augusta-, aunque explica a Disfruta Benimaclet que «las lesiones están ahí y el cuerpo ya no da para mucho más», por lo que cree que está próximo el momento en que el médico le diga: “Reca, tienes que pasar de correr a andar, no golpees más la columna”.  

Pero asegura que haber hecho deporte toda la vida y haber intentado transmitir las ganas de superación que implica el atletismo le ha hecho feliz. Y nos hace una confesión: el deporte “engendra amistad, y no hay ninguna droga que supere a la amistad, ninguna».

Recaredó Agulló posa para Disfruta Benimaclet en el barrio en el que vive
Recaredo Agulló en Benimaclet, donde vive desde hace 26 años. ©DsftBenimaclet

Kilómetros como varias vueltas al mundo

Quedamos en Benimaclet, donde vive desde hace 26 años, con Recaredo Agulló, toda una institución en el mundo deportivo, donde ha sido atleta, organizador y locutor de carreras, autor de numerosos libros, investigador y divulgador de la historia del deporte valenciano.

Insiste en que hablemos del barrio y no de él, pero es imposible no preguntarle por una pasión que le ha llevado a correr tantos kilómetros como si hubiera dado «cinco o seis veces a vuelta al mundo» en todo tipo de distancias, desde los cien metros al maratón.

El deporte «no es un fin, es un medio que te permite mantener el cuerpo en condiciones y desarrollar la voluntad», reivindica Recaredo, quien asegura que cuando después de salir a correr vuelves a casa y te duchas «eres el creador del mundo».

«El cuerpo te lo agradece, la mente se ha despejado, los problemas que tenías se han relativizado«, destaca este corredor, que admite que con la edad se va perdiendo poco a poco tono muscular y mental, si bien hay que procurar que ese envejecimiento sea lo más lento posible.

Enganchado a correr

Aquel cross escolar de 1963 enganchó a Recaredo al atletismo, y además le abrió un nuevo mundo, pues le permitió ir al Campeonato de España y luego viajar a lugares como Francia o Portugal. Los veranos trotaba por el monte en Siete Aguas, el lugar de veraneo de la familia, para controlar su carácter nervioso y ante sorpresa del vecindario, que preguntaba “qué le pasa al hijo de Amparín”.

Recaredo Agulló posa para Disfruta Benimaclet en la plaza de Benimaclet.
Recaredo Agulló posa para Disfruta Benimaclet en la plaza de Benimaclet. ©DsftBenimaclet

Eran tiempos en los que correr era cosa «de cuatro gatos, o de cuatro locos”: no corría ni la mitad de gente que ahora, y no había mujeres en las carreras. En 1970 se puso a trabajar con su padre mientras estudiaba en la universidad (es licenciado en Filología Moderna y en Historia Contemporánea), por lo que aparcó los entrenes y se limitó a ser un «corredor dominguero».

Pero en cuanto aprobó las oposiciones volvió al deporte, a ir a campeonatos, a ganarlos, a organizar carreras, hacer de locutor, escribir libros y artículos, impartir conferencias y ayudar en un mundo en el que se ha «retroalimentado», asegura.

Investigador del deporte

En el ámbito académico, este catedrático de francés que ha dado clases durante 44 años es el autor del ‘Diccionario Espasa de términos deportivos’ -presente en la biblioteca del Congreso de Estados Unidos y en Facultades de todo el mundo- o de un repertorio de palabras llegadas de la lengua francesa al castellano: De la Revolución francesa al Airbus’.

También ha escrito sobre carreras populares, sobre el atletismo valenciano y, en compañía de su hijo Víctor, sobre los orígenes del rugby en Valencia o sobre los 150 años de historia del Trinquete Pelayo.

Actualmente sigue con sus investigaciones, y cuando lleva muchas horas delante del ordenador sale a dar unas vueltas por Benimaclet, a fijarse en las cosas curiosas del barrio y a saludar a la gente que conoce antes de regresar al hogar donde atesora miles de libros, quizá más de diez mil.

Recaredo Agulló posa para Disfruta Benimaclet en Benimaclet en el centro neurálgico del barrio
Recadero Agulló, un nombre propio del deporte valenciano, en el centro de Benimaclet. ©DsftBenimaclet

Algún día sin correr, pero no sin leer

“No puedo vivir sin los libros, no puedo vivir sin leer, admite este lector infatigable, quien nos desvela que puede pasar un día sin correr, pero no sin la lectura: dejo de correr por leer. Es más importante la cabeza que el cuerpo”.

Así que cuando viaja siempre lleva libros, o si no los compra en el lugar de destino. También le gusta mucho leer periódicos, para reflexionar sobre la actualidad, ya que considera que la forma de avanzar es hacerse preguntas y buscar respuestas distintas, pues “no se puede ir solamente en una dirección absoluta”.

Más de 1.000 carreras locutadas

Lo de hacer de locutor en las carreras es otra etapa de su vida que cerró hace unos años, tras haber narrado unas mil en más de 200 pueblos, aunque todavía coge el micrófono en alguna, como la Volta a peu de València de este año, que cumple el centenario (y que por cierto corrió su padre).

Recaredo explica que ya no tiene edad para estar cuatro o cinco horas narrando una carrera, y además su mujer ha agradecido que se haya retirado de esto, pues ha habido años que ha locutado hasta 50 carreras.

Y es que cuando salía a correr por Cullera en verano se encontraba con corredores de pueblos de los alrededores que le preguntaban: “¿Puede venir a mi carrera y luego nos vamos a cenar?”. Y así ha acumulado muchísimas cenas, camisetas y regalos como platos de cerámica con lo que se le ha agradecido esta labor.

Recaredo Agulló posa para Disfruta Benimaclet en Benimaclet, barrio del que le gustan sus calles peatonales
Recaredo Agulló en una de las calles peatonales de Benimaclet. ©DsftBenimaclet

Amistad y felicidad en el deporte

Recaredo reivindica con firmeza la amistad que genera el deporte, cuyo único problema es que llega un momento en que quieres corresponder a ella pero el cuerpo ya no te deja. “Me piden: ven a mi carrera. Pero cómo voy a ir a tu carrera, si ya no puedo ni levantar las piernas, si llego de los últimos”.

Se le iluminan los ojos cuando asegura que el deporte y la enseñanza le han hecho vivir, encontrarle un sentido a la vida. “Me he sentido feliz, y he tenido además la inmensa suerte de tener una gran compañera, un gran hijo y unos padres excepcionales. No me puedo quejar”, subraya.

El ejercicio físico “es vida, y si al mismo tiempo lo haces en compañía, con gente riéndote y contando historias o maldiciendo esa cuesta que no se termina jamás”, más todavía, afirma Recaredo, a quien no le preocupa que se le reconozca o no lo que ha hecho por este deporte.

Admite no obstante que la satisfacción de que le abracen o le llamen por su nombre cuando va a una carrera “no se puede pagar”, como tampoco las vivencias que le ha regalado esta práctica: Nunca podré devolverle al deporte todo lo que me ha dado, jamás. Es vida”.

Recaredo Agulló posa para Disfruta Benimaclet en Benimaclet, el barrio donde vive desde 1998
Recaredo Agulló en Benimaclet, un barrio donde vive a gusto. ©DsftBenimaclet

Benimaclet aprueba en conjunto

Centramos ahora la conversación en Benimaclet, donde vive desde 1998 en una calle que antes terminaba en la huerta. Un barrio del que le gusta su unidad, el elevado componente estudiantil, su vertiente cultural, su nivel de convivencia, el protagonismo de los mayores, o la fisonomía que aún conserva calles peatonales.

Pero también hay cosas que le disgustan, como que haya gente en contra de los inmigrantes, en especial de los que vienen de Marruecos. Cree que falta algo de educación y de limpieza, y lamenta el problema del aparcamiento. Sin embargo, asegura que “en conjunto, aprueba el barrio de Benimaclet”.

La vida como una pista de atletismo

No podemos acabar la charla sin volver a hablar del deporte. Recaredo hace hincapié en la necesidad de cultivar la mente y el cuerpo en una vida que solo se vive una vez y en la que, según hayamos tratado al cuerpo, este nos llevará de una forma o de otra a “la línea de llegada”: con dignidad y la cabeza alta, o a rastras.

“Siempre digo que la vida es como una pista de atletismo. Hay una primera recta que son los primeros 20 años, luego de los 20 a los 40, de los 40 a los 60 y de los 60 a los 80. Lo que tú hayas hecho, sobre todo en la primera recta, va a ser lo que te permita hacer la recta de los 60 o los 80 de una manera o de otra”, explica.

Recaredo Agulló nos hace también una recomendación:Busca algo en la vida que te haga feliz y que no fastidies a los demás. Y no te preocupes, te lo vas a pasar bomba”. Y nos regala una última confesión antes de despedirnos: “La vida son 4 días y yo me lo he pasado bien hasta hoy”.

5 comentarios en “Recaredo Agulló: amor por el deporte”

  1. Ayer cuando volvíamos de correr, mi amiga y yo tuvimos el placer de conocer a Recaredo. Estuvimos comentando con él y nos dio unos cuantos consejos con esa voz tan bonita que transmite tanta paz y tanta felicidad por su pasión.

    Encantadas de conocerte, y de estar descubriendo todo tu legado. 🙂

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    1. Pues muchas gracias y recuerdo la conversación ibais corriendo y os paré y hablamos de lo que supone sentir tu cuerpo, ser dueño de él, Saludos para las dos.

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