SOCIEDAD

Juanfran Peñaranda, el «humorista textil» de Benimaclet

Juanfran Peñaranda es uno de esos personajes de Benimaclet que, si no existiera, habría que inventarlo. Su creatividad no tiene límites, como tampoco su verborrea. Mira de frente a la vida, se ríe de sus desgracias para convertirlas en oportunidades, y crea diseños ideales en minutos.

Este “humorista textil”, como le gusta definirse, es la alma mater de ‘Goatxa’, un proyecto que creó en 2006 junto a su hermano como tienda on line para personalizar camisetas en clave de humor. Como el «¿por qué no te callas?» que el entonces rey Juan Carlos le soltó a Hugo Chávez y que fue su primera camiseta viral.

Vino luego el salto a la tienda física, para lo que se barajó Russafa y Benimaclet. Ganó por supuesto nuestro barrio y desde hace doce años tenemos en el vecindario a Goatxa, que acaba de estrenar nuevo emplazamiento.

El dueño de Goatxa, Juanfran Peñaranda, en su tienda en Benimaclet
Juanfran Peñaranda en su nueva tienda ‘Goatxa’ de Benimaclet. ©DsftBenimaclet

La lagartija y la pulga

El nombre y el logo del negocio ya daba una idea de sus ambiciones. Aunque Juanfran es de Elda, tiene familia en Albacete, donde es habitual la expresión ‘la guacha’ (‘la guapa’). Y era un momento en que la marca Kukuxumusu, que significa ‘beso de pulga’, estaba en su apogeo. Así que crearon un logo con una lagartija comiéndose con la lengua una pulga, como un aviso de que iban a por todas.

Millares de camisetas, tazas, gorras, chapas y todo tipo de productos personalizados después, y de que su trabajo haya saltado de nuevo a medios de comunicación nacionales (como cuando en pandemia creó llaveros para llevar a mano el pasaporte covid, o cuando registró la firma del grafitero Brosa, que le había rayado la fachada, e hizo camisetas y gorras con ella), Goatxa inicia nueva etapa.

Para ello, ha pasado de una tiendencita de 10 metros cuadrados en la calle Enrique Navarro a un local de 120 metros en la calle Reverendo José María Pinazo donde ha unificado la tienda y el taller. Allí tiene a la vista la maquinaria, a modo de «cocina abierta», y quiere dar clases de serigrafía y de diseño, para que la gente cree sus propios productos.

Juanfran Peñaranda en su nueva tienda 'Goatxa' de Benimaclet
Juanfran Peñaranda en su Vespa R2-D2, tuneada por él mismo. ©DsftBenimaclet

Juanfran y los trenes

Charlando con Juanfran, nos damos cuenta de que le gustan mucho las metáforas de trenes. “Yo he crecido en el peor momento. Digamos que cuando te surgen oportunidades tienes que decir: o subes al tren, o no. Y yo soy una persona que en la estación casi nunca me suelo quedar, explica a Disfruta Benimaclet.

Porque 2020 fue para él un ‘annus horribilis’ tanto en lo personal como en lo laboral. “Me dejó mi pareja y me refugié en el trabajo a modo de falsa terapia. No 12 horas, sino 24, porque dejé de comer y de dormir”, rememora. Llegó también el coronavirus, que hizo que cerraran muchas empresas.  

“Mi planteamiento fue: ¿qué te hace feliz? ¿qué es lo único que te queda? Y decidí agarrarme a lo que aún seguía firme, que era Goatxa, y a agradar a los demás con humor, explica. Así que en plena pandemia este diseñador gráfico creó mascarillas divertidas, luego hizo los llaveros covid, y al final acabó teniendo mucho trabajo. Tanto, que con el dinero que ganó pudo comprarle un piso a su madre.

El tren vuelve

Llegó un momento que la tienda se quedó pequeña: con cajas por todos lados, sin posibilidad de exhibir todos los productos, y un calor insoportable en verano. “Y por casualidades de la vida, el tren volvió a la estación y dijo: ¿quiere usted subir?, explica.

Juanfran Peñaranda con sus camisetas en la tienda 'Goatxa' de Benimaclet
Juanfran Peñaranda junto a algunos de sus diseños de camisetas. ©DsftBenimaclet

Una conversación casual en la tienda cuando ya estaba a punto de tirar la toalla y marcharse a otro barrio muy a su pesar, porque en Benimaclet no encontraba un local en el que pudiera pagar el alquiler, llevó ese tren que tanto nombra hasta el nuevo local, justo en un momento de muchísimo trabajo.

Una odisea de mudanza

La mudanza ha sido toda una odisea. Se le rompieron la moto y el coche, se le pinchó el patinete y se hizo un esguince en un pie. “Era un calvito triste cojeando cargando cajas por el barrio”, explica entre risas Juanfran, quien le echa mucho humor a todo. Es imposible hablar con él y no reírse.

Pero no se agobió. “El mantra que transpira Goatxa todos los días cuando me levanto es: a los problemas, soluciones. Sabía que no podía arreglarlo todo el mismo día, y que las cosas que no se pueden arreglar las tienes que asumir”.

Así que una mudanza que podría haber tardado una semana ha costado un mes, con ocho horas de trabajo y ocho horas de mudanza diarias, de lunes a domingo. Además lo ha hecho a su manera: en lugar de anunciar en la tienda que se trasladaba, pintó sin más todo de negro, puso fotos y mensajes de agradecimiento, y dibujó un ‘Brosa’ en la persiana para dejárselo al grafitero.

Pese al susto que se llevó su clientela, finalmente anunció la apertura del nuevo local en redes sociales, en las que echa mucha mano del humor para regocijo de sus seguidores -a los que llama goatxeros y goatxeras-, y donde es mejor no trolearle si no se quiere salir trasquilado.

Juanfran Peñaranda en su nueva tienda 'Goatxa' de Benimaclet
El dueño de ‘Goatxa’ posa en su nueva tienda de Benimaclet. ©DsftBenimaclet

La nueva Goatxa

¿Y qué ofrece la nueva Goatxa? “Lo que me pidan: Yo ya no vendo camisetas , sudaderas, bolsas, gorras, calcetines, carteras, ni chapas ni cojines personalizados: la gente viene preguntando por un problema o para que les ofrezca un diseño exclusivo para un regalo, y yo se lo soluciono”.

Como quien buscaba algo especial para pedir matrimonio a su pareja. La cabeza te tiene que ir súper rápido, es como las tragaperras cuando salen los 3 limones: tienes que dar una propuesta en caliente al cliente, no puedes decirle ya te lo diré, no se quiere ir desangelado y frío”.

Hay grandes marcas que le compran sus diseños, sus productos se venden en todo el mundo, y la cabeza le bulle con multitud de ideas. De momento, tiene una nueva línea infantil, va a impulsar los diseños femeninos, y también quiere vender en la tienda productos de los 80 o 90, como consolas Game Boy que ya aguardan en el mostrador.

Más vivo que nunca

“Goatxa va a cambiar mucho de aquí a cinco años. No sabemos si lo cerraremos todo o lo vamos a ampliar muchísimo”, avisa Juanfran, quien reconoce que de momento necesita bajar un poco el ritmo, pues ahora mismo trabaja “por tres”, como los oompa loompa de ‘Charlie y la fábrica de chocolate‘.

Nos despedimos de Juanfran y se preocupa porque no encuentra «un cierre» para la entrevista. Tememos que vuelva otra vez con el tren, pero nos regala otra frase mejor: Todo esto es ilusión; el día que se me vaya se me va a notar, y al día siguiente cerraré el negocio. Pero ahora estoy más vivo que nunca.

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