A la escritora María García-Lliberós (València, 1950) le gusta incluir en sus novelas aspectos que conoce. Como el barrio en el que está su centro de salud, Benimaclet, y en concreto la zona que recorre para llegar hasta él.
Quedamos con esta autora de nueve novelas largas y alguna corta y poseedora de premios como el Ateneo de Sevilla, el de la Crítica Valenciana o el Gabriel Sijé de novela corta en el parque de la Guardia Civil de Benimaclet una mañana soleada.

Esta zona aparece en su novela ‘Diario de una sombra’, publicada por la Editorial Sargantana en 2015. Y también en la obra que está escribiendo en estos momentos, según nos desvela.
Paseo por Benimaclet
“Vivo en un barrio fronterizo con Benimaclet, y de hecho mi centro de salud está aquí desde hace bastantes años, con lo cual cada vez que tengo que ir, que afortunadamente no es mucho, voy andando por la calle Guardia Civil”, explica a Disfruta Benimaclet.
A esta economista de formación y funcionaria del Ayuntamiento de València ya jubilada le gusta mucho esta calle. “Creo que han conseguido un bulevar muy tranquilo, porque no hay coches y se ha convertido en un punto de encuentro y de reunión de los vecinos. Siempre encuentras gente: niños jugando, padres vigilando, vecinos charlando … pero con mucha tranquilidad, con mucha paz”.
María García-Lliberós nos confiesa que le gusta mucho Benimaclet, por varios motivos. Primero, porque el barrio en el que vive “está muy construido” y echa de menos estas zonas verdes o incluso el comercio local, por lo que a veces viene aquí a comprar y a pasear.
Segundo, porque es un barrio que “ha conseguido conservar un espíritu de vecindario que se conoce mucho, un tanto pueblerino, y al mismo tiempo muy urbano, es decir, es una mezcla muy curiosa”.

Admite que no conoce Benimaclet tan “en profundidad” como a lo mejor puede hacerlo una persona que ha vivido toda la vida aquí, pero es tajante con lo que opina de él: “Es un barrio que me gusta”.
Un barrio novelesco
¿Quizá por ello cuando piensa en escenarios de novela ha incluido alguna vez Benimaclet? le preguntamos. “Lo conozco bastante y soy de la opinión de que lo mejor es que uno escriba sobre lo que sabe”, explica María. Añade que, por eso, “es fácil que aparezca” Benimaclet cuando tiene que ubicar a algún personaje en sus libros, pues le resulta “muy cómodo”.
Para la autora, se trata de un barrio donde “la gente es tranquila”, en el que hay “una clase media bastante culta”, pero donde también se puede encontrar a personas “combativas”. “Veo que la asociación de vecinos y la gente intervienen bastante en temas urbanísticos, bloquean cosas que no les gustan, y negocian con el Ayuntamiento”, señala.
Benimaclet “es un barrio que está muy vivo y eso está bien”, afirma María, quien no dudó en incluirlo en ‘Diario de una sombra’. Una novela cuya historia narra “el descubrimiento del amor y del desamor” y habla de “la ambición que muchas veces dirige los pasos, equivocadamente, de algunas personas y, sobre todo, de algunos hombres que quieren ser muy poderosos demasiado pronto”.
María está inmersa actualmente en la escritura de su nueva novela, de la que lleva unas 120 páginas escritas, y de la que nos adelanta que uno de los protagonistas vive precisamente en la calle Guardia Civil.
Las novelas de García-Lliberós
A quien no conozca su obra literaria y quiera adentrarse en ella, María recomienda empezar por dos de sus novelas: ‘Babas de caracol’ (Ediciones Áurea, 2006) y ‘Más allá de la tristeza’ (Sargantana, 2021).

De la primera nos cuenta que trata sobre la vida de una mujer que vivió 100 años, prácticamente durante todo el siglo XX, y a través de su biografía se ven los diferentes regímenes políticos que ha tenido España en ese siglo, como la monarquía, la república, la dictadura o la democracia, y cómo han afectado a la vida cotidiana de esta persona.
La segunda es la última obra que ha publicado, en la que trata sobre las adopciones internacionales de niños de otras razas y cómo es el proceso de integración en una sociedad que culturalmente les es por completo ajena. “Nos habla sobre la construcción de una familia a través de las adopciones y tiene diferentes voces narrativas, es muy ágil de lectura y la recomiendo”.
El contacto con los lectores
Una de las cosas que le gustan a María de su faceta de escritora es el contacto con los lectores, y por ello procura acudir a todos los clubes de lectura sobre sus novelas a los que le invitan.
“Me encanta ir y ver cómo han leído la historia que yo he contado, porque cada lector se representa en su mente la historia de una manera; incluso a veces me descubren cosas que yo desconocía de mis propias novelas”, asegura a Disfruta Benimaclet María, quien considera que el escritor “se va desnudando un poco” en sus obras y quien las sigue acaba conociendo de alguna forma a quien está detrás.

También le gusta ir a la Fira del Llibre de València y conversar con la gente. De hecho, estará en la edición de este año, que se celebrará en los Jardines de Viveros del 24 de abril al 4 de mayo.
Disfrutar escribiendo
La autora agradece que siempre la han “tratado muy bien” en el oficio, desde los escritores a los lectores, los libreros o los editores. “He tenido la suerte de poder publicar, no tengo cosas en el cajón sin editar. Cuando escribo algo, consigo sacarlo adelante”, destaca.
“Escribo porque me gusta, porque disfruto”, confiesa García-Lliberós, quien asegura que nunca ha tenido el problema de “la página en blanco” y si alguna vez ha sentido algún “atisbo de bloqueo” se ha “empecinado” en superarlo.
Nos despedimos de María tras una agradable charla en la que nos hace una última confesión: “Ahora estoy bastante feliz porque me dedico a lo que me da la gana, que es a la literatura fundamentalmente”.
Os dejamos un extracto en vídeo de la conversación con la escritora:
