DEPORTES, SOCIEDAD

La Colla Excursionista de Benimaclet: pasión por la montaña

Vida, libertad, descubrir el territorio, disfrutar del aire libre, pasárselo bien con los amigos … son algunas de las respuestas que nos dan cuando preguntamos qué les aporta la montaña y el senderismo a quienes forman parte de la Colla Excursionista de Benimaclet.

Una treintena de personas, en su mayoría del barrio de Benimaclet, forman parte de esta sociedad deportiva que nació formalmente en 2009, aunque su embrión viene de antes. Emili Verdejo, uno de los socios fundadores y el primer presidente de la Colla, y Javier Ballesteros, actual tesorero, explican a Disfruta Benimaclet todos los detalles.

Dos socios de la Colla Excursionista de Benimaclet
Emili Verdejo (izqda) y Javier Ballesteros (dcha) durante la charla con ©DsftBenimaclet

Todo empezó en el Pare Català

Todo comenzó cuando un grupo de personas que llevaban a sus hijos al colegio Pare Català y a las que les gustaba la montaña se juntaron para hacer excursiones con los niños. En esas escapadas creció poco a poco la amistad, hasta que llegó un punto de inflexión: los niños pasaron al instituto y ya no querían ir de senderismo con sus padres.

“Pensamos entonces que, para que no se perdiera lo que había, podíamos constituirnos como sociedad, rememora Emili. Dicho y hecho: se fueron a un notario para levantar acta de la constitución de la Colla Excursionista Benimaclet. Luego se inscribieron en el registro de sociedades deportivas de la Generalitat.

Quince años después de su fundación oficial, la Colla Excursionista Benimaclet se mantiene muy activa. Programa de media una salida mensual para hacer senderismo por la Comunitat Valenciana, de unos 16 a 20 kilómetros, en las que suelen incluir una ruta intermedia para adaptarse a todos. Como guiño a sus inicios, salen desde el Pare Català.

Una excursión de la Colla Excursionista Benimaclet

Rutas especiales

Al margen de esas rutas, suelen programar “en petit comité” unas cuatro salidas en fechas especiales, como en San Juan o en verano. Pirineos suele ser “la base”, pero a veces secundan también retos particulares de algún socio, como el de uno que está haciendo toda la ruta costera de la Península Ibérica.

“Nos vamos a caminar varios días, por ejemplo por las Rías Bajas, y mientras él avanza en su proyecto de perimetrar la costa nosotros lo pasamos bien, es una forma de conocer sitios andando, señala Emili.

Se trata de excursiones que no están abiertas a todo el mundo, por dos sencillas razones. Primero, porque meterte en alta montaña es más complicado, requiere de preparación previa, y la responsabilidad es más grande. Y segundo, porque para estar quince días por ahí “no te puedes ir con cualquiera, es más un plan de amigos, destacan.

En estas propuestas especiales figura un próximo viaje a la Patagonia para hacer la ‘Ruta del fin del mundo’ desde Ushuaia hasta Bariloche. Hay quienes han subido a los Dolomitas, quienes hacen vías ferratas o, quienes esquían o prefieren el alpinismo. Incluso un socio ha estado recientemente en el Himalaya.

El perfil de la Colla

Entre los actuales integrantes de la Colla Excursionista de Benimaclet, se mantienen buena parte de sus componentes iniciales, aunque hay quienes han optado por otros caminos porque querían “hacer montaña con metas más altas y el club se les quedaba pequeño”, explican.

La mayoría de sus componentes son personas de mediana edad, con mucha gente entre 50 y los 60 años, aunque tienen también a cuatro o cinco personas de 30 años. Se están encontrando además con un problema: para salir a la montaña hace falta un seguro y a partir de los 70 años -edad que ya tiene algún socio- las compañías no aseguran.  

La clave es adaptar las rutas, porque hay a quienes una de 12 kilómetros y un desnivel de 500 metros se le queda corta, mientras que para otros se les queda larga. También hay quienes empiezan a tener lesiones y acuden directamente a la comida tras la ruta, pues les gusta “el buen ambiente” que hay y lo bien que lo pasan.

La Colla Excursionista Benimaclet en una de sus salidas

La clave: pasarlo bien

La clave para que, cinco lustros después, esta Colla que se define como un grupo senderista y de amigos que hace también montaña siga activa, la tienen clara: se lo pasan bien en sus actividades.

La montaña es vida, me siento libre allí en medio y disfruto mucho de la naturaleza, destaca Javier. Asegura con una sonrisa que cuanto estás haciendo alta montaña hay momento de agotamiento en que piensas “para qué me habré metido en esto”. Pero cuando llegas a la cumbre “te quedas encandilado y dices: qué maravilla”.

Para Emili, caminar por la montaña, disfrutar del aire libre y descubrir el territorio“hay rincones chulísimos”, asegura- es algo que le gusta mucho. “Y hacerlo con amigos es todavía mejor, una satisfacción.

Las anécdotas

La Colla Excursionista de Benimaclet no cuenta con una sede física -cuando necesitan reunirse lo hacen en el local de la asociación vecinal-, pero la memoria de todas sus excursiones está recopilada en su blog. Allí se pueden ver fotos (como las que acompañan a este reportaje) de las salidas hechas, las rutas recorridas y la programación de los próximos meses.

Una salida de la Colla Excursionista Benimaclet

De todos estos años no han sacado el cálculo de los kilómetros que han hecho, pero sí guardan anécdotas que les hacen sonreír cuando las recuerdan. Como aquella vez en pleno invierno y a temperaturas bajo cero en que tuvieron que cruzar una cascada de agua para salvar aquella zona.

O el “rescate de película” de un socio que se rompió un pie en una cala perdida de Moraira, donde no se podía acceder por carretera ni en helicóptero y tuvieron que “abordar” un barco donde una pareja de suizos tomaba tranquilamente el sol. “Fuimos nadando hasta allí y les pedimos si podían sacarlo de allí; se mostraron colaboradores y lo llevaron al puerto”, explican entre risas estos apasionados por la montaña.

Os dejamos un extracto en vídeo de la entrevista con Emili y Javier:

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